Estos hallazgos muestran el origen de la antigua ciudad íbero-romana de Lucentum y las rutas comerciales que estableció con otras urbes. El primer embarcadero es una estructura de sillería en piedra y en él estuvo el dique del puerto de la ciudad romana de Lucentum.
El embarcadero íbero es más endeble, de mampostería, y aparecieron en él terracotas de barco también de la época fenicia.
Ambas rutas se sumarán a la futura exposición pública que se hará el barco romano del siglo i d. C. encontrado en la bahía de la Albufereta, que transportaba decenas de ánforas de aceite y 11 lingotes de cobre. Según Pablo Rosser, arqueólogo municipal, esta embarcación «es la que mejor está conservada de toda la Comunidad Valenciana».
El barco naufragó por una tormenta a una milla de la costa entre los años 50 y 80 d. C. cuando traía a Lucentum aceite y salazón. Sus restos se han conservado a una profundidad de seis metros.
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