El temor a una crisis en el mercado crediticio estadounidense, los malos datos de venta de nuevas viviendas y los decepcionantes resultados de la petrolera Exxon Mobil dieron este jueves un duro golpe a Wall Street.

El Dow Jones de Industriales, el indicador más importante de Wall Street, bajó 311,5 puntos, un 2,26 por ciento, hasta las 13,473,57 unidades, tras una jornada en la que llegó a caer más de 400 puntos.

El mercado tecnológico Nasdaq registró un descenso de 48,83 puntos, un 1,84 por ciento, hasta las 2.599,34 unidades.

Pese a la fuerte baja de ayer, el Dow Jones todavía acumula un alza del 8,1 por ciento en lo que va del año y el Nasdaq una subida de un 7,8 por ciento, por lo que para algunos expertos la baja de ayer fue una corrección lógica tras varios meses de subidas constantes.

El catalizador de las caídas de ayer fue el temor a un reajuste masivo y una consecuente crisis en el sector crediticio estadounidense.

Los bancos que entregarán la financiación para que el grupo privado de inversión Cerberus compre el fabricante de automóviles Chrysler, pospusieron anoche la venta de 12.000 millones de dólares en títulos que darán el respaldo económico para llevar a cabo la operación.

Aunque se espera que la compra se lleve a cabo en la fecha prevista, se cree que los bancos que realizarán la emisión de deuda, que incluyen JP Morgan Chase, Citigroup y Goldman Sachs, deberán proveer buena parte de la financiación ellos mismos, algo que debería aumentar el costo financiero.

Los expertos hablan

Esto, a juicio de los expertos, da cuenta de un cambio importante en la forma de financiar operaciones de compra de empresas, que hasta ahora se han beneficiado de bajas tasas de interés y de mucha demanda por títulos de deuda.

El analista Richard Bernstein, de Merrill Lynch, señaló en un informe publicado ayer que "el diferencial de tasas está creciendo y los inversores han comenzado a pedir mayor o mejores compensaciones por el riesgo".

Para el experto, el hecho de que el mercado de deuda se esté volviendo menos favorable para financiar compras de compañías obliga a los inversores "a terminar con la especulación sobre posibles compras 'apalancadas' de empresas".

Estas operaciones "apalancadas" consisten en que el interesado, generalmente un fondo privado de inversión, emite deuda que utiliza como colateral los mismos activos o flujos de caja de la empresa que se compra para financiar la adquisición.

A juicio de los expertos, grandes sectores corporativos habían subido en los últimos meses alentados, entre otros factores, por la esperanza de que iban a ser blanco de ofertas de compra, operaciones que en lo que va de 2007 se han duplicado respecto del año récord de 2006.

Por eso se cree que el valor de muchas compañías puede estar un tres o un cinco por ciento más alto de lo que justifican las condiciones económicas o de negocios, es decir, que existe un sobreprecio meramente especulativo.

Al ponerse en duda el éxito o la facilidad con la que se llevan a cabo las compras de empresas, este sobreprecio debería caer, lo que se cree explica en parte la baja de ayer.

Mercado inmobiliario

A esto se sumaron los últimos datos del mercado inmobiliario, que mostraron una baja del 6,6 por ciento en la venta de nuevas viviendas en junio, hasta una tasa anual de 834.000 unidades, mucho menos que las 900.000 viviendas que esperaban los analistas.

La continua debilidad del mercado inmobiliario también agrega presión sobre las compañías financieras, lo que redunda en un mayor temor a que se produzca una seria crisis en el sector.

Al igual que en las jornadas pasadas, la bolsa también sintió hoy el efecto de algunos resultados de empresas, como Exxon Mobil, la mayor petrolera a nivel mundial, que registró un descenso en su beneficio y en sus ingresos durante el último trimestre.

Esto hizo que sus acciones cayesen hoy un 5,84 por ciento, hasta los 87,33 dólares.