Los tres retos que preocupan al FMI

• La desaceleración de China. La economía china cerró 2015 con un crecimiento del 6,9% y el FMI mantiene sus previsiones de que rebajará su aceleración al 6,3% y al 6,0% en los dos próximos años. "Su crecimiento evoluciona según lo previsto, aunque las importaciones y las exportaciones se están enfriando con más rapidez que la esperada, en parte como consecuencia de la contracción de la inversión y de la actividad manufacturera", dice el informe, que identifica como perjudicadas a las economías emergentes. "Está creando efectos de contagio a otras economías a través de los canales comerciales y de la caída de los precios de las materias primas".

• El abaratamiento del petróleo. La caída del precio del petróleo por debajo de los 30 dólares por primera vez desde hace 12 años preocupa también al FMI por el efecto devastador que puede tener en economías que dependen de los ingresos del crudo. Precisamente este martes la Agencia Internacional de la Energía contempla que el precio que se paga por el barril puede seguir bajando agravado por el crudo iraní suplementario —que colocará aún más oferta en un mercado ya de por sí saturado— y por una ralentización del aumento de la demanda de los principales importadores. "El repunte del consumo de los importadores de petróleo [por la caída del precio] hasta el momento ha sido algo menor a lo que habría cabido esperar", dice el Fondo, que alerta además del "impacto notable en la inversión en extracción de petróleo y gas", lo cual ha hecho mella en la demanda agregada mundial. Uno de los países más afectados por la caída de precios del crudo es Rusia, que según el FMI ha frenado su economía un -3,7% en 2015, se reducirá un -1,0% en 2016 y solo crecerá (un 1,0%) a partir de 2017. También reduce su previsión el FMI en los próximos dos años a países productores de petróleo como Arabia Saudí, Nigeria y México.

• Política monetaria de EE UU. La primera subida de tipos que realizó en diciembre Estados Unidos —la primera desde hace nueve años— hasta una horquilla de 0,25%-0,5% y las perspectivas de diversos analistas de que sigan creciendo hasta situarse en el 1% a finales de este año, preocupa al FMI. El organismo avisa de que estas alzas de tipos en la locomotora económica mundial conduce a "menores flujos de capital y nuevas depreciaciones de las monedas de muchas economías de mercados emergentes". Y eso, para el organismo, es un riesgo de futuro, porque puede producir "efectos adversos en los balances de las empresas y dificultades de financiamiento relacionadas con una nueva apreciación potencial del dólar".