Una exposición instalada en las dos plantas del Pabellón de Mixtos y el Horno de la Ciudadela de Pamplona mostrará desde este viernes las cuatro etapas pictóricas de Florentino Retana, artista autodidacta alavés que se autocalificaba como "navarrizado" y que falleció el 9 de julio de 2015.

La muestra 'Retana 1924-2015. Exposición antológica', que permanecerá abierta hasta el 4 de febrero, incluye unas 150 obras representativas de la trayectoria de este pintor, nacido en 1924, y una instalación en el Horno con los materiales de sus últimos trabajos, la plasmación fotográfica del proceso creativo del autor, el último cuadro inacabado y la reproducción de su mesa de trabajo.

La inauguración de la muestra se llevará a cabo este viernes, 15 de enero, a las 19.30 horas, una cita que, según ha explicado Juan Retana, hijo del artista, quiere ser un acto de homenaje, una "despedida pública" al pintor.

El Pabellón de Mixtos ha acogido este jueves la rueda de prensa de presentación de la exposición, que ha corrido a cargo de Juan Retana y de la concejala de Cultura, Política Lingüística, Educación y Deporte del Ayuntamiento de Pamplona, Maider Beloki.

Además de la exposición, se ha presentado un libro preparado por la familia del pintor y que originariamente estaba concebido para celebrar el 90 cumpleaños del creador. La obra recoge 120 reproducciones de cuadros de Retana y otras tantas fotos de su vida, siempre desde su vertiente artística, acompañadas por texto de su familia y amigos.

La obra, de la que se han editado 500 ejemplares, está cofinanciada por el Ayuntamiento de Pamplona, Gobierno de Navarra y los consistorios de Barañain y Estella. Se puede adquirir al precio de 10 euros.

Cuatro etapas

Juan Retana ha explicado que la muestra repasa la evolución estilística de su padre, que se divide en cuatro etapas y que se han titulado 'Tiempo de la espátula', 'Tiempo de pincel y polvo de mármol', 'Tiempo de pasta' y 'Tiempo de brocha y arena volcánica'.

Así, una parte de la exposición albergará 44 de las obras más antiguas, acompañadas por obras muy recientes de pequeño formato. Se podrán contemplar las creaciones realizadas entre 1957 y 1965, un periodo en el que el creador se centró esencialmente en paisajes rurales del entorno, usando como estudio una sala de lo que hoy es al Museo Gustavo de Maeztu de Estella, ciudad en la que se había afincado en 1948. Luego compraría en Estella la finca El Pedregal, en la que trabajaría, simultaneándolo con un espacio en Pamplona, hasta el año 2006, momento en que trasladaría su estudio a Barañain.

En 1966 comienza la segunda fase de su trayectoria, casi coincidiendo con la llegada del pintor a Pamplona en 1968. Esta fase mantiene los paisajes como motivo y el intenso color como recurso expresivo.

La muestra también recoge producción representativa de mediados de los años 70 hasta casi la década de los 90 (1975-1988). En sus obras plasmó los paisajes del sur y la Zona Media de Navarra, imágenes de La Mancha y paisaje urbano.

Finalmente, un espacio de la exposición está dedicado a la obra más reciente (1989-2015), fase en la que el autor cambia y propone obras que plantean una ruptura en la continuidad de las etapas anteriores, yendo hacia lo abstracto sin abandonar su preocupación por el paisaje.

Proceso creativo "especial"

Por otro lado, Juan Retana ha destacado que en el Horno de la Ciudadela se ha reproducido el proceso creativo de su padre, que "era un poco especial" porque "pintaba muy rápido y muy fuerte, utilizando materiales viejísimos". En este espacio se ha instalado una reproducción de su mesa de trabajo, hecho con tablas de roble.

Así, en el centro de la sala se reproduce la mesa con su última paleta, los pinceles, los botes, arena de Almería y los guantes que usaba para evitar la abrasión de la piel por el uso de óleo y aguarrás. La sala también incluye un montaje fotográfico con 91 imágenes que trasladan al espectador desde el lienzo en blanco hasta la obra final. Finalmente, se exponen sus últimas creaciones incluido el último cuadro que quedó inacabado.