Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado este lunes que otras cinco personas más han muerto este pasado domingo de inanición en la localidad siria de Madaya, asediada desde hace meses por las fuerzas de Bachar al Asad y a la que se espera poder enviar ayuda urgente.

A través de su cuenta en Twitter, MSF Siria ha informado de que los médicos a los que apoya en la localidad han confirmado "cinco nuevas muertes por inanición ayer (domingo) en Madaya". De los fallecidos, han precisado, uno era un niño de 9 años mientras que el resto tenían más de 45.

A estas cinco nuevas muertes se suman las de 23 pacientes que murieron por inanición desde diciembre en el centro de salud apoyado por MSF en esta localidad. Entre las víctimas, seis apenas llegaban al año de vida.

Según la organización, los médicos de Madaya a los que apoyan contaban este domingo con otros diez pacientes más al borde de la inanición y que necesitaban hospitalización urgente". A estos se suman, ha precisado, "otros 200 pacientes con desnutrición cuyo estado podría volverse crítico" y que "necesitarán ser hospitalizados si la ayuda no llega".

"Los médicos apoyados por MSF, están cansados, débiles y enfermos" y "no han comido en una semana", ha precisado la ONG, subrayando que "todos los habitantes de Madaya están desesperados".

Entretanto, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha anunciado que sus equipos con ayuda para Madaya, que se encuentra cerca de Damasco, así como para otras dos localidades asediadas próximas a Líbano, Foua y Kefraya, "están de camino".

La ciudad siria de Madaya, situada cerca de la frontera con Líbano, lleva desde el pasado octubre asediada por la hambruna y la falta de suministros. La pasada semana, el régimen sirio de Al Asad anunció que permitirá el acceso de ayuda humanitaria a esta localidad, en la que cada día sus 42.000 habitantes se enfrentan cara a cara con la falta de alimentos.

"Madaya es una prisión al aire libre para los 20.000 bebés, niños y mayores que viven en la ciudad. No hay entradas, ni salidas, la gente es abandonada para morir", ha lamentado el director de operaciones de MSF, Brice de le Vingne. "Las personas que llegan a nuestros centros médicos presentan heridas de bala o de minas terrestres, unas heridas que sufren al intentar abandonar la ciudad", aunque algunas mueren en el intento.

Desde agosto de 2015, mes en que comenzó el asedio sobre Madaya, MSF ha enviado recursos alimentarios y médicos a la localidad. Aunque en un principio se podían enviar estos suministros, en los últimos meses el bloqueo de las tropas de Al Asad sobre la ciudad ha sido total. "La desesperación es tan extrema que los ciudadanos trataron de robar los últimos recursos alimentarios disponibles en el punto de distribución de MSF, que atiende a las personas más vulnerables", advirtió la semana pasada De le Vingne.

Un total de 4,5 millones de personas residen en zonas de difícil acceso en Siria, que incluyen a 400.000 que habitan en áreas cercadas, bien por el régimen o la oposición, de acuerdo a datos de la ONU.