Isabella Amaral es una argentina de 30 años que pide ayuda de manera desesperada: pesa 400 kilos y lleva seis meses sin poder moverse, atrapada en una habitación de la que no puede moverse. Pide ser trasladada a un hospital donde curarse, pero no hay ambulancia que la traslade, recoge Clarín.

Esta joven de Rosario siempre fue obesa, pero convivía con su gordura. En 2009, cuando pesaba 130 kilos, su padre falleció. Este hecho la sumió en una profunda depresión que le hizo engordar más y más, hasta que este verano ya no pudo moverse.

Sus piernas miden 1,20 centímetros de diámetro, y en uno de ellos tiene un tumor que, aproximadamente, pesa unos 60 kilos. La última vez que se pudo pesar superaba los 340 kilos: "Debo de estar por encima de los 400", confiesa a la prensa local.

Isabella teme por su vida: "No quiero dormirme por miedo a no despertar".