Toda la basura que la planta de Nostián no puede tratar (plásticos, ropa, calzado...) empezará a trasladarse a finales de esta semana a la planta de Sogama, en Cerceda, para convertirse en Combustible Derivado de Residuos (CDR). Será así tras la firma definitiva ayer de un acuerdo entre la concejala de Medio Ambiente, Nieves Vázquez, y el presidente de Sogama, José Álvarez.
En concreto, las dos plantas intercambiarán 100.000 toneladas de basura al año (a Nostián llegarán residuos orgánicos para transformarse en compost y a Cerceda irán a parar los inorgánicos).
El transporte se hará en camiones y será un proceso progresivo, ya que los dos depósitos deben adaptar sus instalaciones a estos nuevos residuos. Este intercambio «no afectará por el momento» al bolsillo de los ciudadanos, destacó Nieves Vázquez, que negó además que la basura rebosase en Nostián, tal y como confirmó su antecesor en el cargo, Florencio Cardador.
Además, la concejala anunció que el Ayuntamiento creará en un plazo de seis meses un tercer vaso para acoger residuos en Nostián «para posibles imprevistos». Todo para que A Coruña no reviva el derrumbe de Bens, que en 1996 llevó la basura hasta el mar y provocó la muerte de un hombre.
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