La Policía Nacional de Burgos detuvo a dos jóvenes con iniciales J.R.L. y B.F.M., de 22 y 24 años, respectivamente, por causar daños intencionados en vehículos estacionados en la vía pública, según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

Fue un policía que había finalizado su turno de trabajo y se dirigía a su casa el que observó a dos jóvenes que transitaban por una calle próxima a Comisaría cuando pateaban a su paso los espejos retrovisores de los vehículos que estaban aparcados, rompiendo algunos de ellos.

Dio aviso al 091 y rápidamente fueron localizados y detenidos. En la inspección realizada, se detectaron siete coches con los espejos retrovisores rotos.