Este verano será movidito para las carreteras malagueñas. Y no sólo por las vacaciones, sino porque la Junta de Andalucía continuará su calendario de reformas en once de nuestras vías.

La obra más importante de todas será el desdoblamiento de la autovía del Guadalhorce (A-357) entre Campillos y Málaga, que afectará durante el estío a la variante de Cártama y que supondrá una inversión de 17,4 millones. También se mejorará la conexión de la autovía del Guadalhorce con la A-367, desde Teba, y los enlaces desde Zalea (A-357) con las localidades de Álora yCasarabonela.

Destaca la adaptación de la travesía entre Málaga y P izarra (A-7054), que irá desde la Glorieta María Zambrano a Hitemasa y supondrá un gasto de 11,2 millones de euros. Además, se reforzará el firme en la carretera de Antequera a Arcos de la Frontera, en las vías secundarias entre Mollina, Fuente de Piedra y Alameda, y se mejorará el acceso oeste a Teba. En total, Obras Públicas tiene previsto invertir 65 millones de euros entre estas mejoras y el estudio del eje viario intermedio del POT de la Costa del Sol Occidental.

Fomento prefiere esperar a otoño

Las carreteras del Estado no se tocarán hasta otoño, ya que las mejoras puntuales de pavimento se hacen antes o después del verano para evitar caos circulatorio. De hecho, en la A-45 (Las Pedrizas), principal acceso a Málaga y por la que pasan 50.000 vehículos diarios, se renovarán 44 km de firme de los 66 que tiene el vial, cuyo último repaso se realizó en 2003.