La legislatura de Rajoy: un país con buena 'macroeconomía' pero con sombras a pie de calle

  • El Gobierno redujo en cuatro años el paro, el déficit y los intereses de la deuda...
  • ... pero duplicó los parados de larga duración, encogió la hucha de las pensiones, los salarios se estancaron y deja más personas bajo el umbral de la pobreza.
  • "Lo importante es el cambio de expectativas; el consumo se dispara y es el primer indicador de cambio",  sugiere José García Montalvo, de la Pompeu Fabra.
  • A FONDO: El Gobierno vende optimismo antes del 20-D: ningún organismo económico iguala sus augurios.
José Luis Rodríguez Zapatero, como jefe del Ejecutivo saliente, felicita al líder del PP, Mariano Rajoy, tras ser elegido presidente del Gobierno.
José Luis Rodríguez Zapatero, como jefe del Ejecutivo saliente, felicita al líder del PP, Mariano Rajoy, tras ser elegido presidente del Gobierno.
EFE
José Luis Rodríguez Zapatero, como jefe del Ejecutivo saliente, felicita al líder del PP, Mariano Rajoy, tras ser elegido presidente del Gobierno.

Época de elecciones, época de rendir cuentas. El Gobierno acude a las urnas convencido de que sus cuatro años de legislatura han cimentado la recuperación económica. "Hay dos alternativas: volver a la situación de hace 4 años de crisis o seguir creando empleo", presume el Partido Popular para reivindicar su acción ejecutiva.

Pero si bien es cierto que algunas cifras macroeconómicas reman a favor del Ejecutivo —el PIB crece, el déficit se reduce, encoge la tasa de paro y se paga menos por la deuda—, lo cierto es que el panorama que deja Rajoy tras cuatro años de mandato ofrece sombras relevantes a pie de calle, como la caída de la ocupación, la desprotección del parado, el aumento de la pobreza, el estancamiento salarial y, sobre todo, un paro de larga duración desbocado.

"Si se mira con frialdad la situación, hay que reconocer que cuando se fue Zapatero la situación era desastrosa en todos los sentidos", explica a 20minutos José García Montalvo, catedrático de Economía en la Universidad Pompeu Fabra. Pero más allá de la estadística está el corazón. Y el de los españoles ansía tiempos mejores. El Índice de Confianza del CIS ha crecido más de 30 puntos en los últimos cuatro años y alcanza niveles históricos de optimismo.

ICC

"No valoramos suficiente este índice, en la economía lo más importante son las expectativas", añade García Montalvo. "El consumo de ha disparado y este es el primer indicador de cambio. Pero es que además los divorcios están subiendo [indica mayor capacidad de afrontar sus consecuencias económicas], cae el número de fondos de pensiones recuperados... ¡hasta yo me encuentro ahora atascos que no recordaba que se produjeran hace poco!

Rajoy supera a Zapatero en estos cuatro indicadores...

1. El desempleo baja, tanto en registrado como en EPA: Los desempleados en España siguen por encima de los cuatro millones, la tasa supera el 20% —actualmente es del 21,18%, según la Encuesta de Población Activa (EPA)—, y nuestro país solo es superado en la Unión Europea por Grecia en inactividad laboral Sin embargo, la tendencia es positiva en este aspecto. El paro registrado ha caído desde 4.420.462 personas en noviembre de 2011, a 4.149.298 en noviembre de 2015. Una rebaja que también expresa la EPA, tanto en número de desempleados (de 4.998.000 en el último mes de Zapatero a los 4.850.800 en el adiós de Rajoy) como en tasa (21,28% del expresidente socialista por el 21,18% del popular). "Es cierto, el paro ha caído, pero sobre todo ha sido por la reducción de la población activa... el empleo no ha crecido nada", explica García Montalvo. La observación del Catedrático de Economía de la Pompeu Fabra se plasma en las cifras tanto de Empleo como del INE. El dato de afiliación de noviembre refleja 25.444 cotizantes menos a la Seguridad Social que en el mismo mes de 2011. Es decir, que baja el número de parados, pero eso no significa que hayan encontrado empleo, sino que se han desincentivado a buscar empleo, se han marchado al extranjero, o han regresado a sus países de origen.

2. La deuda crece, pero nos sale más barata: El 23 de julio de 2012, el cierre del mercado de deuda dejó una cifra para la historia de España. La primera de riesgo —el diferencial de lo que se pagaba por un bono alemán a 10 años, comparado con el español— marcaba el máximo de 630 puntos y se pagaba un 7,48% por la deuda. Cuando  Zapatero se marchó del Gobierno con la prima a 443 puntos. "Éramos el enfermo de Europa", explicaba este jueves el presidente recordando que en aquellos momentos se rumoreaba un rescate completo —después de aceptó el rescate bancario— de España Ahora, cuatro años después, la situación es completamente distinta. Las políticas monetarias expansivas tomadas por el Banco Central Europeo que incluían la compra mensual de miles de millones de euros en deuda aliviaron las tensiones en los mercados. Poco a poco, la prima fue bajando. Este viernes, el bono español a 10 años cerraba a un interés del 1,73% y la prima de riesgo marcaba apenas 106 puntos.

Y aunque es cierto que la deuda pública ha crecido en estos cuatro años del 66,7% al 99,3%, también lo es que los intereses que se pagan por ellos son menores y en algunas subastas, los tipos que se han retribuido por las letras de menor plazo, han sido incluso negativos. Apunta el experto José García Montalvo, además, que la "deuda pública está subiendo porque está actuando como colchón para el desendeudamiento privado". Los datos del Banco de España le dan la razón: el endeudamiento familiar marcó en julio el mínimo desde 2006.

3. Se ha contenido el déficit: Las políticas de recortes de gasto del Gobierno echaron a la calle a millones de ciudadanos durante esta legislatura. Hubo mareas ciudadanas blancas contra los ajustes y repagos en la Sanidad, mareas verdes por los recortes en la Educación, la naranja por los Servicios Sociales o la negra de los funcionarios que protestaban la congelación salarial y la eliminación de las pagas extras. Cuando Rajoy entró al Gobierno se encontró un país con un 9,4% de desajuste presupuestario a finales de 2011. Bruselas tiraba de las orejas a España y le impuso un plan de estabilidad para alcanzar un déficit más sostenible, del 3%, a finales de 2016. El Ejecutivo de Rajoy consiguió cerrar el año pasado con un desfase en sus cuentas del 5,7%. Este año confían en que se cierre al 4,2%, pese a que todos los organismos internacionales dudan de sus previsiones.

4. La economía crece, empujada por el consumo: El expresidente Zapatero llegó a ver el PIB creciendo al 4,2% en 2006, pero la crisis hundió la economía española y al propio Gobierno socialista. Rajoy encontró una economía que decrecía interanualmente el -1,2% en el tercer trimestre de 2011 y la deja creciendo al 3,4% en el mismo período de este año. "Se espera una reducción de las tasas de crecimiento en los próximos trimestres, pero es que ese 3,4% ya es una barbaridad", explica José García Montalvo. El Gobierno de Rajoy estima que se cerrará este año en el 3,3% y que el próximo año no baje del 3%, algo que tampoco comparten el resto de organismos internacionales, entre ellos la Comisión Europea. En ese crecimiento previsto ha basado Rajoy los Presupuestos Generales de 2016, adelantados antes de las elecciones generales. De ser inferior, se incurriría en un déficit mayor al previsto y se incumpliría el Pacto de Estabilidad... si no se efectúan más recortes o se suben los impuestos.

... pero muestra un resultado peor que Zapatero en otros cuatro

1. Menos empleo y el doble de parados de larga duración: Rajoy acaba su legislatura con 25.444 cotizantes a la Seguridad Social menos que Zapatero. "El empleo no ha crecido", explica García Montalvo; "el paro baja porque cae la población activa". Otro mal dato de Rajoy: el paro de larga duración ha pasado del 22% al 45%. Las causas, según el profesor Miguel Ángel Malo, ha sido "una recesión larga e intensa" que ha puesto una barrera a muchas personas con pocos estudios y las dudas que pesaron en las empresas a la hora de contratar. "Las políticas activas de empleo han sido escasas por la falta de dinero, pero aunque se hubiera otorgado más presupuesto, las empresas tampoco estaban dispuestas a aumentar sus plantillas en esa situación de incertidumbre".

2. Parados menos cubiertos y una hucha de las pensiones disminuida: El paro de larga duración debe luchar con un doble problema: los afectados tardan en encontrar empleo y el subsidio se les acaba. La tasa de cobertura a los parados ha descendido del 67,7% en noviembre de 2011, al 54,36% del pasado mes. Es decir, casi la mitad de los desempleados viven sin ayuda del Estado. A los que la cobran tampoco les va mucho mejor, porque la cuantía media de la prestación disminuyó en esas mismas fechas desde los 858 euros a los 801, casi 60 euros menos. "El sistema de protección social no estaba diseñado para sostener las necesidades en época de crisis", explica Miguel Ángel Malo, economista experto en mercado laboral; "el elevado paro de larga duración hace que subsidio de desempleo no se suficiente, es esencial rediseñar el sistema de prestaciones". Guillem López Casasnovas, catedrático de Economía de la Pompeu Fabra, sugiere por su parte que "luchar contra la pobreza se ha de hacer con otro tipo de prestaciones, más selectivas y dirigidas". A la hucha de las pensiones tampoco le ha ido mejor. Los ingresos por cotizaciones, por la congelación salarial y la precariedad del empleo, no han sido suficientes para contener el pago de las jubilaciones. Rajoy se encontró un fono de reserva con 66.815 millones y acabará este año en un 45% de esa cantidad cuando saque en diciembre otros 7.000 millones para pagar las prestaciones y pagas extras de este mes.

Fondo de reserva de la Seguridad Social

3. Los salarios han sufrido una congelación. La precariedad de la contratación ha sido paralela a la congelación del nivel salarial de los españoles. El salario mínimo, que creció 211 euros en los siete años de presidencia de Zapatero, pero apenas se han revalorizado en ocho euros desde entonces. Al coste salarial medio le ha ocurrido lo mismo: apenas ha crecido tres euros en cuatro años: de 1.938,78 euros a 1.941,75, mientras con Zapatero aumentó en casi 140 euros de media. "A las empresas les viene bien la contención salarial, porque aumentan su competitividad", analiza Miguel Ángel Malo. "Pero también es un problema porque los productos necesitan compradores. España necesita un demanda interna grande, no basta con vender al extranjero. Y un salario menor significa menos ingresos por IRPF y menos cotizaciones sociales". De la misma opinión es López Casanovas. "Lo importante es ganar competitividad bajando costes unitarios por producto. Hacerlo por la vía de los salarios demuestra el fracaso en conseguirlo mejorando la productividad".

Salario minimo (Eurostat)

4. Más personas en riesgo de pobreza: Rajoy presume siempre que tiene ocasión de no haber pedido a Bruselas un rescate completo del país. Una decisión que según Miguel Ángel Malo fue acertada, pero no la forma en que se hizo el ajuste para evitarlo. "Se dejaron de lado efectos negativos que todos sabíamos que se iban a producir y que han generado graves problemas sociales", explica el profesor de Economía en la Universidad de Salamanca. Uno de estos efectos negativos lo encontramos en la encuesta de Condiciones de Vida del INE. Según las cifras del instituto estadístico, el año 2011 cerró con 9.644.552 personas en riesgo de pobreza, una tasa del 20,6% de la población española. A finales del año pasado, esta cantidad había crecido hasta 10.309.649 personas, con una tasa del 22,2%. "La pobreza se define de modo relativo", matiza López Casanovas. "Los mayores han mejorado (seis puntos menos de riesgo de pobreza) y los jóvenes y parados de larga duración han aumentado. Esto ha generado un cambio real de estrategias en política social".

Pobreza (INE)

 

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