La legislatura de Rajoy finalizará con un buen dato de paro registrado. El número de desempleados ha disminuído en 271.164 personas desde que el líder del Partido Popular se hizo con las riendas del Gobierno de España. La última instantánea que deja el presidente en las oficinas de empleo, la de noviembre, muestra 4.149.298 parados apuntados en las listas, por los 4.420.462 que se encontró cuando accedió al poder.

Esta disminución podría apuntarse como un triunfo de Rajoy, si no fuera porque el resto de variables del mercado laboral dejan una fotografía distinta: hay menos afiliados a la Seguridad Social, mucho más paro femenino, se ha recortado hasta niveles históricos la ayuda a los parados (y los que la tienen, reciben una cuantía menor) y hay menos asalariados.

"Que baje el paro registrado no quiere decir que haya menos gente que busque trabajo, o que se hayan generado más empleos, solo que hay menos desempleados registrados en una oficina", asegura Luis Zaparuz, economista de CC OO.

La explicación del técnico sindical coincide con las cifras que este miércoles ha publicado el ministerio de Empleo. La bajada de 271.164 parados en los últimos cuatro años confronta de hecho con el descenso del número de cotizantes: hay 25.444 afiliados menos. Es decir, que baja el número de parados, pero eso no significa que hayan encontrado empleo.

Para Zarapuz, la explicación a que baje el paro y sin embargo también baje la afiliación es que "España tiene ahora una base productiva más pequeña" porque se ha reducido el mercado de trabajo. "Hay gente que ha perdido el incentivo a buscar empleo en la ventanilla del INEM, otros directamente han abandonado el país para regresar al suyo de origen y se han desapuntado de la lista, españoles que se han marchado para buscar trabajo fuera...", enumera este experto.

La comparación entre el último dato de paro registrado del expresidente Zapatero (en noviembre de 2011) con el de Rajoy, tampoco es favorable a las trabajadoras. Mientras el número de parados masculinos ha caído en cuatro años en 307.063 personas, la cifra de mujeres paradas se ha incrementado en 35.899. Y si antes la brecha de género del desempleo era casi imperceptible —el 49,31% de los parados eran hombres, por el 50,69% de mujeres— ahora la distancia se ha ampliado a casi diez puntos: en las oficinas de empleo hay un 54,87% de desempleadas frente al 45,13% de varones sin empleo.

"En realidad las mujeres siempre han puesto la mayor parte de los desempleados en el mercado de trabajo español", señala Luis Zarapuz. Pero la crisis niveló la brecha de género en el desempleo. Desde 2008 y durante los primeros años de turbulencias económicas, con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el empleo destruído era eminentemente masculino en sectores como la construcción y la industria.

El timón, sin embargo, vira la dirección del género de los despedidos desde 2012. "Los recortes en Educación y Sanidad que emprendió el Gobierno de Rajoy a partir de ese año han afectado principalmente a sectores como la Sanidad y la Educación, que están más feminizados que otros", explica el economista de CC OO. "En esta segunda fase de la crisis han sido las mujeres las más perjudicadas, y de ahí que se haya vuelto a abrir la brecha de género en el desempleo".

El análisis de género se sustenta con las cifras de paro por actividad económica. Mientras la Industria y la Construcción han reducido el desempleo en su sector en un 22,3% y un 41,8%, respectivamente, el sector Servicios —donde se engloban tareas como la Sanidad, la Educación o la Hostelería, que emplean a más mujeres que hombre—  ha aumentado un 5,4% la cifra de parados, hasta 2.767.128 personas.

Aunque si el Gobierno abandona la legislatura con un mal dato, es el de la ayuda a los parados. La cobertura a la gente sin empleo se ha reducido en más de 13 puntos desde que Rajoy es presidente. Y ese 54,36% que ha marcado en el informe de paro de noviembre —la cifra de prestaciones corresponde a octubre, por el decalaje estadístico del ministerio— es la peor tasa de cobertura desde que comenzaron los registros de la serie. Los que reciben la ayuda tampoco pueden estar satisfechos: la cuantía media de la prestación contributiva ha caído en cuatro años en más de 50 euros: desde los 858,2 a los 801,5.

"Hay mucha gente que lleva mucho tiempo en desempleo. Esa gente tiene que vivir de algo y no lo esta haciendo a través de las prestaciones de la Seguridad Social. O le ayuda la familia, o directamente están en la indigencia", apunta Luis Zarapuz. "Estamos en una situación de exclusión social de los desempleados", añade Toni Ferrer, Secretario de Acción Sindical de UGT.

Menos ayuda a los parados también supone una rebaja del gasto para la Administración. Así que el gasto en prestaciones se ha reducido un 33,7% durante los últimos cuatro años, hasta 1,63 millones de euros. Pero no este el principal desembolso de la Seguridad Social, sino las pensiones. Y aquí también se encuentran cifras preocupantes. El ratio de cotizantes que sostienen a un pensionista se ha reducido de 2,47 afiliados por jubilado, a 2,26.

"De cara a la sostenibilidad del sistema, evidentemente cuantos mas cotizantes haya por pensionista, mejor. Sería preocupante que esta reducción se mantenga en el tiempo", apunta Zarapuz, que sin embargo oberva otro problema más importante: la rebaja de las cotizaciones que plantea el Partido Popular para la próxima legislatura. "Los salarios de entrada de los nuevos contratados son inferiores y ya dejan menos cotizaciones. Si además se bajan más las bases de cotización... se lesionarán más los ingresos de la Seguridad Social".

El ejemplo de lo que comenta el economista de Comisiones Obreras ha encontrado un reflejo este mismo miércoles con la decisión del Gobierno Popular de echar mano de nueva al Fondo de Reserva de la Seguridad Social. La llamada hucha de las pensiones adelgazará en diciembre otros 7.750 millones de euros para pagar la paga extra y las pensiones de este mes. El fondo quedará así con 31.770 millones, apenas el 47,5% de lo que había cuando el PP llegó al poder a finales de 2011.

Aparte del número de parados, el presidente Rajoy solo puede presumir de otro aspecto: se crean más contratos ahora que en el último mes de Zapatero, aunque la temporalidad del empleo sigue siendo tan baja como con el expresidente socialista. Apenas 132.867 contratos de los 1.604.843 registrados en las oficinas de empleo en noviembre de este año fueron indefinidos. Un 8,28%, que supera en dos puntos (6,89%) el peso de los contratos fijos en el mismo mes de 2011.

"En realidad, durante los últimos 20 años, desde que se fomentó la regulación del mercado temporal, el porcentaje de contratos indefinidos siempre ha oscilado entre el 5 y el 10%, tanto en épocas de crisis como de bonanza", recuerda Luis Zarapuz. "Con este ligera recuperación económica estamos más cerca del 10%, pero la contratación sigue siendo precaria". Del mismo modo, Toni Ferrer, de UGT, considera que "el empleo que se está creando sigue el patrón instaurado por el Gobierno del PP con la reforma laboral de 2012: precaridad y estacionalidad".