Su familia se lo pide. Carmelo Sala, de 57 años, sufrió graves heridas el pasado viernes tras recibir 16 puñaladas de un cliente. Ayer reconoció que la agresión fue más «dura» que otras sufridas antes, y se cuestiona no volver a trabajar, como le aconsejan sus hijos.

El taxista mejora de sus heridas en el Hospital General y relató ayer a los medios de comunicación que llevó al agresor en su vehículo durante más de una hora.

Recogió al joven que le apuñaló en Altozano y no sospechó nada, pues lo vio «un chico normal», que no tenía síntomas de haber tomado drogas.

Tras varias llamadas telefónicas, el chico le preguntó cuánto le debía. El taxista le dijo la cantidad: «20 euros con 40». Entonces, el joven le dio 40 céntimos y comenzó a apuñalarle por la espalda.

Sala aseguró que no le pidió dinero, pero que cuando ya se alejaba volvió sobre sus pasos y cogió el monedero del taxista. Fue entonces cuando la víctima pudo pulsar la alarma y alertar de su situación a sus compañeros, que avisaron a la Policía.