Con un calor sofocante y en las todavía penosas condiciones que les ofrecen las nuevas instalaciones portuarias, 400 viajeros del ferry han pasado todo el día a pleno sol por una averia. El retraso previsto era de 13 horas, contando desde las 10 de la mañana.

Cruz Roja tuvo que asistir a una treintena de personas por los problemas de exponerse al sol de forma prolongada y algunos afectados se quejaban de que incluso "niños pequeños tienen que estar dentro de los coches o jugando sobre un asfalto que quema".

Conforme se prolongaba la espera, se vivieron algunos momentos de tensión, al cundir la deseperación entre algunos viajeros. Como medida cautelar, la Policía montó un dispositivo de seguridad para evitar algún altercado con la compañía naviera. La previsión era que a antes de la medianoche, el barco zarpara rumbo a Orán.