Salitre abrirá al tráfico tras el verano con ocho meses de retraso

La calle se cortó el 29 de marzo de 2006 con la promesa de que sería por 10 meses. Toda la obra tampoco acabará a tiempo.

Sólo faltan dos meses para que concluya la construcción del parking de Salitre. Cualquier vecino de la obra puede pensar que es una broma, pero no. Septiembre de 2007 es el plazo de ejecución en papel (y en la valla) de este edificio de cinco plantas subterráneas con casi 900 plazas. Y aunque los ruidos comienzan desde las 7.00 horas, no se inaugurará en esa fecha, como tampoco se ha abierto la calle en el tiempo prometido (soportaba 25.000 vehículos diarios).

Salitre quedó cortada el 29 de marzo de 2006 y tanto la Sociedad Municipal de Aparcamientos (Smassa) como la constructora Sacyr anunciaron entonces que aunque la obra se prolongaría año y medio, el uso del sistema de muros pantalla permitiría la circulación ocho meses antes mientras las máquinas seguían trabajando debajo. Debió ocurrir en enero, pero el tráfico seguirá bloqueado al menos dos meses, «pasado el verano», según asegura una operadora del teléfono para consultas sobre esta obra.

Bajo secreto

Sacyr y el Ayuntamiento mantienen un mutismo sobre las fechas y cómo va el proyecto de urbanización de la calle (previo a su apertura), responsabilidad de Urbanismo. Fuentes municipales reconocen que la ejecución «se ha ralentizado para no causar tantas molestias a los vecinos».

Un año y cuatro meses después han cerrado 11 comercios en Salitre. Montañas de tierra se acumulan mientras vecinos y comerciantes desconocen cuándo acabará. Eso sí, en una valla en plaza de Toros Vieja se lee «Fin de obra: septiembre de 2007. «Sí, pero de 2014», bromeaba ayer un obrero delante del cartel.

Así viven la obra

Alberto Campos. Vecino de Salitre, 21. «Un año después nadie nos ha concretado cómo quedará la calle. El proyecto es de Urbanismo y espero que sea proporcional a las obras. Me he quejado por la falta de información y mala adecuación del entorno».

José A. Jiménez. Dependiente del bar Almijara. «Los clientes del otro lado de Salitre ya no vienen y encima la terraza está siempre llena de polvo. Pedí el baldeo del pasaje San Fernando, pero dijeron que eso era un asunto de los negocios. Nadie nos informa de nada».

Francisco S. Mateo. Quiosquero de Salitre, 20. «Soy un superviviente. Puedo acreditar 3.000 1 en pérdidas y sólo pedí no pagar el impuesto de vía pública. Es una vergüenza: dijeron que se iba a abrir arriba en Semana Santa, pero no acabará ni en enero».

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