«En Croacia hay que probar el marisco y los vinos de Pellesac»

Maro Pulic. Es de Dubrovnik. Tiene 33 años y vive en Madrid desde hace tiempo. Está casado y es dueño del único restaurante croata de la capital, el San Simón, en la calle Francisco Navacerrada.
Maro Pulik vive en Madrid «por vivir una experiencia distinta», pero le fascina Croacia, su país. Allí es dueño, junto con su familia, de un gran hotel. «En Croacia tenemos 1.200 islas y nos llaman el jardín de Europa. En 700 de ellas vive gente. El resto están vacías». Maro recomienda ir directo a su ciudad, Dubrovnik, para luego emprender el camino a las islas. «En Dubrovnik hay mucha historia también, y muchísima vida nocturna». Entre las islas, una de las mejores es, según Maro, Split, donde César construyó el palacio Doiclecian.También recomienda la isla Huar, que tiene el teatro callejero más antiguo de Europa –funciona las 24 horas– y cinco islitas, en frente, «estupendas para tomar el sol». Para buscar descanso la recomendación es el pueblo natal de Marco Polo, en la isla Korkula (y no perderse los vinos de la península de Pellesac). En cualquier lugar de Croacia, según Maro, no hay que dejar de comer mariscos. Es lo que más tienen en el país. Y un buen sitio para hacerlo es el restaurante Karako, que tiene forma de barco y queda en Orebic. «Mi país es un lugar muy romántico. Es para enamorarse», concluye Maro.

Pero tampoco dejes de ver...

- Zagreb. Es la capital de Croacia, en el norte, una ciudad que ya cumple 900 años y que está repleta de teatros, catedrales y palacios.

- Parque Nacional Plituicka. En el corazón de Croacia, tiene 16 lagos con cascadas y abundantes zonas verdes.

- Río Krka. Un espectacular río que baja con fuerza desde la montaña y con abundantes cascadas que dan directamente al mar.

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