En Jaca, uno de los destinos preferidos por los zaragozanos para veranear, la situación está ya desbordada porque no se han incorporado refuerzos médicos este verano, como ya resulta habitual en las últimas temporadas en todo Aragón.

«En la mayoría de los centros de salud son los propios médicos los que tienen que asumir los cupos del compañero que se coge vacaciones, porque no se encuentran sustitutos», explica José Borrel, portavoz del sindicato Fasamet en Huesca.

En esta provincia, centros de salud de Sobrarbe, como los de Lafortunada o L'Aínsa registran ya largas demoras para que los pacientes puedan ser asistidos por los médicos de familia.

Una situación similar se reproduce en zonas turísticas de Teruel, como Sierra de Albarracín, Gúdar, Maestrazgo, Mas de las Matas, Muniesa o Camarena de la Sierra.

Las poblaciones altoaragonesas o turolenses mencionadas suelen multiplicar en verano por 5 o por 10 su población, pero sus servicios médicos no sólo no se refuerzan, sino que merman por falta de sustitutos. A algunos pueblos turolenses han acudido este verano médicos centroamericanos.

Facultativos titulares sin sustituto o refuerzo estival duplican cupos, alargan jornadas y se ven obligados incluso a cancelar consultas.

El doble de trabajo

Algunos médicos de localidades turísticas llegan a duplicar sus cartillas de pacientes en verano, al asumir las de sus compañeros, mientras estos están de vacaciones. En cada centro de salud suele haber entre 5 y 6 médicos, que en los meses estivales se ven obligados a organizar sus descansos para que no coincidan y se resienta la asistencia, precisamente en la época con mayor demanda. Las condiciones laborales y salariales que se ofrecen en Aragón retraen a posibles médicos sustitutos, según denuncia Fasamet.