La Policía Local y Nacional ha extremado la vigilancia de las zonas turísticas para evitar que los menores sean explotados para la venta ambulante durante los fines de semana.

Como denunció La Gaceta hace unos días, un grupo de niños chinos deambulan por las calles más céntricas de la capital hasta altas horas de la noche, vendiendo rosas a los sorprendidos estudiantes extranjeros que estas semanas realizan cursos de idiomas en la ciudad.

Tanto el Ayuntamiento como la Subdelegación del Gobierno son conscientes del problema y han dado orden a las fuerzas de seguridad para que intensifiquen los controles y denuncien estas situaciones.