Toda Italia comenta el caso de Massimiliano Natalucci. Este hombre de 45 años y natural de Senigallia, en la costa Adriática, es uno de los supervivientes del ataque terrorista en la sala de conciertos Bataclan de París. Resultó herido leve en una pierna. Pero es que es la segunda vez que sale con vida de una catástrofe.

Cuando tenía 15 años, Max (así se hace llamar) estaba en el estadio belga de Heysel en la final de la Copa de Europa de 1985, que enfrentaba a la Juventus (el equipo de Max) y al Liverpool. Ese día, una avalancha provocó la muerte de 39 personas (32 italianos, 4 belgas, 2 franceses y un norirlandés). Ese día, Massimiliano, que estaba con su padre y su tío, salvó la vida.

En declaraciones al Corriere Adriatico, Federica, su hermana, dice que el origen de estos "milagros" se debe a que cuando tenía ocho años, Max recibió un beso de Juan Pablo II en la plaza de San Pedro de Roma.

Federica dice que el tiempo en el que estuvieron sin saber nada de él le recordó a aquel fatídico día de Heysel.