La sala de Exposiciones de San Marcelo, en León, alberga desde este miércoles, y hasta el próximo 26 de noviembre, la muestra 'Luz y color' de la pintora Blanca Calderón, nacida en Lantueno (Cantabria) y que recuerda el trazo del maestro Sorolla.

Las obras de Blanca Calderón son alegres y coloristas óleos. Una pintura que pretende ser un puente entre su mundo íntimo y el mundo íntimo de quien la contempla, han informado fuentes municipales.

"Uno de los retos en mi creación artística es conseguir que mi obra tenga verdadera identidad, es decir, que tenga estilo propio y que sea eco de esa voz misteriosa que suena en mi interior. Que la obra hable de mí y que sea al mismo tiempo mi propia voz, que sea representante fiel de mis realidades íntimas", ha explicado la propia artista.

Esta obra, realizada en los dos últimos años, recuerda la luz y el trazo de Sorolla, ha precisado Blanca Calderón, que ha recordado que aunque siempre ha vivido en el norte de España "junto a las montañas y el mar donde las brumas y los cielos grises configuran el paisaje de cada día" se ha sentido atraída "por la luz mediterránea, por esos cielos transparentes que matizan las sombras y concretan los volúmenes en los espacios".

La luz es uno de los máximos de su obra y está presente en cada uno de sus trabajos. "Mi pintura es ante todo luz y color. Con estos dos elementos básicos trato de analizar, indagar, sacar conclusiones, cargarme de sentido e interpretar o plasmar mi realidad que es la fuente de donde brota la sustancia de la que se nutre la creación artística", ha añadido.

Blanca Calderón, además, le da mucha importancia al dibujo porque, en su opinión, es lo que vertebra la obra y le aporta consistencia y calidad. "Me gusta la pincelada limpia y definitiva, esa que responde a la primera intención y manifiesta la claridad de ideas y de oficio", ha insistido.

Por otro lado, ha indicado que también le preocupan la transparencia, la ligereza, la espontaneidad y la frescura y busca composiciones sencillas, equilibradas y en las que predomine la esencia y el valor de las cosas mismas.