Condenan a 19 y 15 años de cárcel a los 'amantes de Aljucer'

La sección número 3 de la Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a 19 años de cárcel a Fabiola B.M. y a 15 años de cárcel a Salvador H.C., conocidos como los 'amantes de Aljucer', por asesinar en abril de 2013 al marido de la primera en un carril en la orilla de la acequia de Benetúcer, en la pedanía murciana de Puente Tocinos.
Imagen del juicio a la mujer y al amante acusados de degollar al marido de la pr
Imagen del juicio a la mujer y al amante acusados de degollar al marido de la pr
EUROPA PRESS
Imagen del juicio a la mujer y al amante acusados de degollar al marido de la pr

La sección número 3 de la Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a 19 años de cárcel a Fabiola B.M. y a 15 años de cárcel a Salvador H.C., conocidos como los 'amantes de Aljucer', por asesinar en abril de 2013 al marido de la primera en un carril en la orilla de la acequia de Benetúcer, en la pedanía murciana de Puente Tocinos.

En concreto, la Sala encuentra a Fabiola B.M. como autora de un delito consumado de asesinato con alevosía, concurriendo como circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal el agravante de parentesco; mientras que Salvador H.C. ha sido hallado culpable del mismo delito, pero con la atenuante de confesión.

Asimismo, impone a ambos el pago de las costas del proceso y a que indemnicen solidariamente a cinco familiares del fallecido con 40.000 euros a cada uno, según la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press.

El Jurado Popular que juzgó durante una semana a los dos acusados consideró en su veredicto que ambos eran culpables de asesinato con alevosía por haber degollado al marido de ésta con un cuchillo cebollero de grandes dimensiones en el interior de un coche, sin opción alguna de defenderse.

El Jurado Popular, que deliberó durante un día, negó el indulto y consideró que no estaban bajo los efectos de sustancias estupefacientes el día del crimen y que ambos lo planearon previamente, como en un principio sostuvo el fiscal en su escrito de acusación.

Basándose en los mensajes telefónicos que los acusados se intercambiaron y en las imágenes obtenidas, donde se aprecia que Salvador acudió al descampado con ropa negra, el rostro semiocultado y con zapatos que no correspondían a su número, los nueve miembros del Jurado Popular advirtieron que el crimen se planeó días antes.

Tomando en consideración que Salvador llegó en perfectas condiciones al lugar donde ocurrió el asesinato, en una bicicleta, mientras que Fabiola acudió sin ningún tipo de problema y convenció a su marido para que acudiera con ella, el Jurado Popular afirmó que no está probado que ambos estuvieran bajo los efectos de sustancias estupefacientes, por lo que no se aprecia esta atenuante, en contra de lo que mantuvo el abogado defensor de Salvador.

Igualmente, sobre el trastorno mental y de personalidad que sufre el acusado el Jurado Popular determinó que, en función de la declaración de los médicos forenses, no se aprecia en el mismo.

Tampoco fueronprobados los abusos y agresiones psíquicas y sexuales de las que Fabiola confesó ser víctima en la primera sesión del juicio, al igual que tampoco fue probado los intentos de suicidio de Salvador, salvo lo manifestado en la Sala.

Los hechos ocurrieron a finales de abril de 2013, cuando los acusados, que habían iniciado una relación sentimental unos meses atrás, se pusieron de acuerdo para acabar con el marido de Fabiola, casado con ésta desde el 1 de marzo de 2012 en bienes gananciales.

Para asegurar la ejecución del plan sin riesgos y a la vez hacer creer que el móvil del crimen estaba relacionado con la prostitución o el robo, escogieron las horas de la noche y la Acequia de Benetúcer, en la pedanía murciana de Puente Tocinos, un lugar oscuro y poco transitado frecuentado fundamentalmente por personas que mantienen contactos sexuales dentro de los vehículos.

La acusada consiguió quedar con su marido en el lugar escogido con el pretexto de tomar unas copas y mantener relaciones sexuales. Tras llegar al lugar, sobre la medianoche, Fabiola avisó a su amante con un whatsapp de que ya se encontraban en el lugar y al poco tiempo llegó a bordo de una bicicleta.

Tras mantener relaciones, Salvador abrió la puerta trasera del vehículo, se colocó tras él y cogiéndole absolutamente desprevenido y con el propósito de acabar con su vida, le degolló con un cuchillo de grandes dimensiones que había cogido de su domicilio. Como consecuencia de la herida en el cuello, la muerte de la víctima fue casi en el acto.

Los acusados trataron de simular que se trataba de un robo y le sustrajeron a la víctima la cartera y en tres ocasiones extrajeron 200, 200 y 600 euros de una tarjeta de crédito que la víctima llevaba y de la que Fabiola conocía el número pin.

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