El objetivo es crear un botellódromo en el que se pueda beber y divertirse, sin que conlleve los habituales problemas de ruido, suciedad o violencia. Según Pose, prohibir beber en la calle no es la solución, «porque es un problema educacional». Por eso se dialogará «con las APA, las asociaciones de vecinos y juveniles» y se darán «charlas en los colegios» para diseñar otro estilo de botellón.

El plan se pondrá en marcha en septiembre, cuando se constituya la citada Junta Local de Seguridad, que integrarán Ayuntamiento, Gobierno central, Policía Local y Nacional y las asociaciones vecinales. El portavoz de estos últimos, José Antonio Folgueira, expresó ayer que, de llevarse a cabo, la iniciativa debe desarrollarse «con responsabilidad» y «respetando el descanso de los demás».

Vigilancia «permanente»

La lucha contra los excesos de la movida también se realizará por otros medios, los policiales. El subdelegado del Gobierno, que ayer se reunió con el concejal coruñés de Seguridad Ciudadana, Florencio Cardador, apuntó que «de manera inmediata y permanente» se establecerá un dispositivo policial en las zonas de copas y de botellón para atajar el creciente clima de violencia nocturna.

La vigilancia, que ya se reforzó el pasado fin de semana, se centrará en los lugares más conflictivos –Orzán, entorno de la plaza de Vigo y plaza del Humor– y correrá a cargo de coches patrulla de la Policía Local y Nacional, para «disuadir a los posibles alborotadores» y erradicar así las constantes peleas.

Eso sí, los agentes no se limitarán a estas zonas, sino «que el control irá en paralelo a los posibles desplazamientos de los focos de movida», explicó Manuel Pose.

Refuerzos para la Policía Local

La Policía Local de A Coruña tendrá 15 nuevos agentes patrullando «dentro de cinco o seis meses, en Navidad», señaló ayer el concejal herculino de Seguridad Ciudadana, Florencio Cardador. El portavoz del Gobierno local reiteró la intención del Ayuntamiento de incorporar en los próximos cuatro años 100 agentes más –25 por año– a la plantilla policial, que actualmente está conformada por 335 personas.