La consejera de Presidencia e Interior del Gobierno de Navarra, María José Beaumont, ha afirmado que el Ejecutivo foral "no pintaba nada" como acusación particular contra un funcionario docente por su participación en los incidentes del Riau-Riau de 2012.

Tras la condena acordada este martes entre las partes, Beaumont ha señalado que el Ejecutivo foral "no se arrepiente de la decisión tomada" como consecuencia de informe de la Asesoría Jurídica de la Administración y ha afirmado que "algo hemos hecho bien".

La consejera ha respondido en el pleno del Parlamento foral a una pregunta de UPN sobre la retirada de la acusación particular y ha señalado que el Ejecutivo adoptó dicho acuerdo el pasado 7 de octubre, tras conocer el informe jurídico. Según ha dicho, en su día el anterior Gobierno acordó presentarse como acusación "sin informe jurídico alguno".

Para comprobar si "el Gobierno pegaba o no" en este procedimiento, el Ejecutivo actual pidió un informe a la Asesoría Jurídica para "fijar criterio de si tenía sentido o no que el Gobierno apareciera en una actuación procesal por presuntos hechos delictivos cometidos por su personal en situaciones ajenas al ejercicio de su función pública".

Beaumont ha precisado que el informe concluye que "la acusación particular se formuló en circunstancias ajenas al ejercicio de la función pública", así como la ausencia de precedentes.

Según ha detallado, "el informe no alude solo a si el funcionario estaba fuera o no de su horario de trabajo, sino que va más allá y tiene mucha trascendencia, porque dice que no existe en estos supuestos una norma que legitime al Gobierno de Navarra para el ejercicio de la acción popular".

La titular de Interior ha afirmado que "el Gobierno no pintaba nada ahí" y ha aseverado que "mientras estemos en el Gobierno no estará donde no debe estar y estará donde debe estar".

Por su parte, el parlamentario de UPN Iñaki Iriarte ha afirmado que "no se trató de una bronca de borrachos en Sanfermines" y ha criticado la "estrategia de tensión" utilizada por la izquierda abertzale durante décadas y de "aprovechar para ello el escaparate de los Sanfermines". "La verdadera política del miedo eran los tiros en la nuca y agresiones como la de este funcionario", ha dicho.

A su juicio, el Ejecutivo "ha perdido una ocasión de oro para demostrar que quiere liderar ese frente" de tolerancia cero a la violencia; y ha opinado que el Gobierno "debería haber tomado medidas para que esta persona no pudiera seguir dedicándose a la enseñanza, porque los docentes no sólo enseñan conocimientos, enseñan en valores".

Se ha preguntado así "qué clase de autoridad moral tiene este profesor ante a sus alumnos", "¿les dirá que pegar a la pareja está mal pero que pegar la gente no nacionalista está bien?". "Si un profesor de instituto se dedicara a apelar a inmigrantes nadie entendería que se dedicara a la docencia; esa persona nos apaleaba a nosotros, parece que es mérito para el alcalde de Pamplona".

Iriarte ha señalado que "da la impresión de que en el informe jurídico se entrevé que el Gobierno foral se ha retirado de la acusación sencillamente porque esta persona es de la cuerda, la cuerda de la que pende su Gobierno".