Un piso con inquilino sale hasta un 35% más barato

Hay empresas que reforman edificios en los que viven ancianos que tienen contratos de renta antigua. Lo plantean como una inversión a medio plazo.
El precio de los pisos sigue siendo inaccesible para muchos zaragozanos, pero ya hay fórmulas que permiten abaratar la vivienda hasta un 35% sobre su precio de mercado. Eso sí, hay que comprarla con inquilino incluido y, en la mayoría de los casos, esperar a que éste fallezca para usar el inmueble.

Esta fórmula, muy extendida en Madrid y Barcelona, ya ha llegado a Zaragoza. La empresa Restaura (www.restaura.com) oferta una docena de viviendas con inquilino en los barrios de San José, Las Fuentes y Centro. Compran el edificio entero  en el que viven ancianos que pagan un alquiler muy bajo por ser de renta antigua, rehabilitan las zonas comunes, instalan ascensor, gas, etc., y lo sacan a la venta.

«Primero se lo ofrecemos al inquilino y si no lo quiere comprar, lo sacamos a la venta», explica Javier Alcázar, responsable de Restaura en Zaragoza. La empresa asegura velar por los intereses de los inquilinos y no venden el piso a alguien que pretenda echar al anciano a la calle. «Es un producto dirigido a inversores principalmente porque el precio  es muy bajo si tenemos en cuenta el mercado actual», afirma Alcázar.

Para establecer el precio del piso se hace una valoración del inmueble como si estuviera vacío y después se tiene en cuenta la edad de los inquilinos: a mayor edad, más caro resulta el piso y viceversa. También influye el plazo de duración del contrato de alquiler, aunque la mayoría son indefinidos.

El propietario del piso siempre acepta vender, aunque sea a bajo precio, porque le sale más rentable que seguir con los arrendatarios de renta antigua, con alquileres que rondan los 20 euros al mes para toda la vida.

La empresa plantea la compra como una inversión a medio plazo. Cuando fallezca el inquilino, el piso será del comprador y se habrá revalorizado con el paso de los años.

Juicio con el inquilino

Se intenta evitar que el inquilino acabe en la calle, pero la ley contempla que los particulares que compran el piso pueden reclamar a la justicia la finalización del contrato de alquiler.

Si demuestran que necesitan la vivienda para vivir, pueden deshacerse del arrendatario. Sin embargo, no todos los contratos contemplan esta excepción y los procesos judiciales de este tipo son muy largos, de hasta un año, y pueden acabar dando la razón al inquilino, por lo que no merece la pena arriesgarse y es mejor esperar, según los expertos.
Desde 88.000 euros un ahorro del 35%

Un piso de 52 m2 en la calle Obispo Laplana (Las Fuentes) con inquilino incorporado cuesta 88.000 € en Restaura, 40.000 me-nos de lo que costaría en el mercado. Incluso en el centro encontramos este tipo de ofertas. En Cortes de Aragón los hay por 140.000 € (60 m2), y uno de 80 m2 en Antonio Maura (San José), por 132.000 €.
La hipoteca inversa para los mayores

Las principales cajas de ahorro (CAI e Ibercaja) ofrecen a los ancianos hipotecas inversas, una especie de cuenta de crédito que permite a una persona mayor recibir una cantidad mensual a un interés fijo con su vivienda como garantía. De momento no hay mucha demanda por la falta de información.
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