La aglomeración de músicos y pintores callejeros en los alrededores de la catedral ha provocado momentos de tensión en los últimos días. Los artistas quieren aprovechar la temporada alta turística y se disputan los mejores lugares del casco histórico, lo que provoca discusiones y peleas en las primeras horas del día. Los comerciantes de la zona aseguran, además, que los timos a los visitantes son  frecuentes, por lo que piden a Policía Local y Ayuntamiento que controlen la actividad de estas personas. Una normativa municipal regula las actividades artísticas en las calles, pero los comerciantes aseguran que no se cumple.