La población de merluzas y especies del fondo marino en Roses (Girona) ha aumentado después de impulsar en 2014 una veda en uno de los caladores de plataforma de entre 120 y 130 metros de profundidad para proteger a estos peces.

Investigadores del Institut de Ciències del Mar (ICM)-Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic), pescadores y administración han impulsado un plan piloto para recuperar esta población en Roses, porque la merluza está sobreexplotada en el Mediterráneo Occidental, ha informado el Csic en un comunicado.

El plan, que arrancó en marzo de 2015 la administración con recursos del Fondo Europeo para la Pesca, llega después de que en febrero de 2014 la Cofradía de Pescadores de Roses impulsara esta veda.

La iniciativa, que aún sigue en marcha, permitirá observar durante un año los efectos de la veda sobre la biomasa, la biodiversidad y las distribuciones de la población de merluza, además de analizar si se dan beneficios sobre especies acompañantes, y en la recolonización y restauración del hábitat.

Los análisis se llevarán a cabo a través de un muestreo mensual a bordo de una barca de pesca en el puerto de Roses, y cada jornada constará de cuatro pescas de arrastre de una hora de duración, otras dos dentro del calador protegido y dos más en una zona de pesca cercana.

En la embarcación, se tomarán medidas de la cantidad, el peso y la talla de todas las especies comerciales que acompañan la merluza, y después son trasladados al laboratorio del ICM, donde separan a los individuos en las mismas categorías comerciales de venta en lonja.

Los muestreos han detectado que la comunidad de organismos del fondo marino es la que más se está beneficiando de esta protección, puesto que ha aumentado la presencia de estrellas de mar, erizos de mar y esponjas, entre otros.