El presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, ha considerado que las diputaciones provinciales en Extremadura "fundamentalmente son imprescindibles para llevar a cabo por una economía de escala las funciones necesarias y que los ciudadanos y ciudadanas de los distintos pueblos tengan los mismos derechos independientemente de donde vivan".

A preguntas de los medios sobre la propuesta de eliminación de las diputaciones provinciales planteada por alguna formación política, ha indicado que la "utilidad" de dichas instituciones es "algo retórico" de lo que se vuelve "a hablar cada vez que hay unas elecciones"; y ha añadido que en cualquier caso "el debate en Extremadura al menos es un debate estéril porque son necesarias", ha recalcado.

Tras garantizar que la diputación "es la raíz pequeña que llega al municipalismo", ha afirmado que si a cualquier alcalde de la provincia de Badajoz de una localidad menor de 20.000 habitantes se le pregunta qué ha significado en los últimos cuatro años la diputación pacense "te dirá la supervivencia, el no haber cerrado las puertas, el no haber cerrado los derechos de la gente, porque estaban completamente abandonados en un gobierno de funciones duales, de apoyo a las ciudades y abandono a los pueblos".

TRANSPARENCIA

Además, ha considerado que las posibles preguntas sobre la utilidad o no de las diputaciones "es un discurso" que surge como "consecuencia" de "malas prácticas" realizadas en alguna institución provincial como la de Castellón, ha dicho a preguntas de los medios en rueda de prensa en Mérida (Badajoz) tras la aprobación por parte del Consejo de Gobierno de la Junta de un Plan de Empleo Social en el que participan también las diputaciones provinciales.

"Si uno piensa en la Diputación de Castellón pues lógicamente es normal que haya gente que piense que las diputaciones deben desaparecer, porque las diputaciones no están para hacer aeropuertos que engrandezcan la figura de su presidente", ha espetado.

Al respecto, ha añadido también que si se pregunta a la actual presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, "te dice que las malas prácticas de agencias de colocación, de nepotismo, de todo lo que ha significado los últimos 20 años de la Diputación de Pontevedra... te dice 'es que tal y como funcionaba la Diputación de Pontevedra tenían que desaparecer".

Ha defendido que "haciendo un ejercicio de absoluta transparencia en la contratación de bienes, y también en los procesos de selección de oposiciones, y siendo útiles a la vida de la gente" a través de acuerdos como el Plan de Empleo Social en Extremadura "la gente las acaba viendo (a las diputaciones provinciales) útiles, necesarias, y fomentadoras de la economía en su región".