El consejero de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, Antonio Ramírez de Arellano, ha avanzado las líneas estratégicas del nuevo modelo de financiación de las universidades andaluzas en el que se trabaja actualmente y que entrará en vigor para los presupuestos de 2017, "basadas en principios de suficiencia, estabilidad, planificación, equidad, corresponsabilidad, transparencia y eficiencia en la gestión y en la consecución de los objetivos".

A raíz de una pregunta realizada por la diputada del PP Aránzazu Martín en el Pleno del Parlamento de Andalucía, Ramírez de Arellano ha explicado que el modelo de financiación andaluz de universidades ha supuesto transferencias por valor de 20.000 millones de euros en los últimos 15 años, en un sistema que acoge solo este curso más de 200.000 alumnos, y ha recordado que si existe deuda con las universidades en la actualidad es porque la Junta "apuesta por no recortar la inversión en ellas y mantener la financiación".

El titular autonómico de Economía y Conocimiento ha destacado algunas de las líneas del nuevo modelo que habrá de asegurar la suficiencia financiera de las instituciones universitarias para su propia sostenibilidad a largo plazo y entendida en un contexto de uso "eficiente" de los recursos para mejorar la calidad del servicio público que prestan.

El nuevo modelo buscará incidir en la mejora del rendimiento docente, científico e innovador, orientando el comportamiento institucional de las universidades al logro de los objetivos deseados. Igualmente, se establecerá un sistema de incentivos en la financiación vinculado a resultados docentes, de investigación y de transferencia del conocimiento.

Otros de los objetivos principales del nuevo modelo de financiación será el de dotar de recursos económicos a las universidades públicas andaluzas siguiendo conceptos de capacidad, actividad desarrollada, calidad de las mismas y cumplimiento de objetivos de mejora progresiva, esto es, siendo sensibles a las singularidades y capacidades de cada una de las instituciones, especialmente de las más pequeñas.

Además, el diseño del nuevo modelo contempla como una de las novedades principales la implementación de la contabilidad analítica, como medida para garantizar la eficacia y transparencia del Sistema Universitario Público de Andalucía, mediante el uso de instrumentos que detecten y posibiliten la corrección de las disfunciones e ineficiencias en el uso de los recursos humanos, materiales, técnicos y presupuestarios.

Ramírez de Arellano ha puesto de manifiesto la necesidad de construir un sistema universitario fuerte, motor de la transformación social a través del conocimiento, imprescindible para el progreso de Andalucía. "Es momento de que la universidad vuelva a ocupar la situación central que merece dentro de nuestra sociedad contemporánea y de afianzar las bases de esta institución para las próximas décadas", ha dicho.

El proceso de elaboración del nuevo modelo de financiación, según ha subrayado el consejero, está siendo un proceso compartido y consensuado entre la Consejería y las propias universidades públicas, con el objetivo de avanzar "en un modelo pensado en las personas y en su trabajo, para una mayor calidad en la docencia, en la investigación y en la transferencia del conocimiento".

Un modelo "caduco"

De su lado, Martín ha criticado la fecha señalando que el hecho de que el nuevo modelo vaya a estar para los presupuestos de 2017 es "digno de sonrojo", incidiendo en que para ello será necesario una tercera prórroga de un modelo "caduco" que ha calificado de "verdadero fracaso", aludiendo al incumplimiento del 1,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y con una caída de los ingresos motivada por el retroceso en el número de estudiantes.

"Los rectores lo pusieron de manifiesto cuando ya no pudieron aguantar más y clamaban por la situación de asfixia económica", ha recordado la parlamentaria popular, que ha recordado que la deuda de la Junta para con las sedes académicas asciende a unos 600 millones de euros.