Antes de iniciar su nueva etapa en Los Ángeles, los Beckham se tomaron unos días de descanso en Francia y, de paso, Victoria y David celebraron su quinto aniversario de boda... en traje de baño. Aunque, eso sí, en su mínima y blanquísima expresión en el caso del cabeza de familia.

La revista Cuore publica esta semana las instantáneas de un David embutido en un turbo blanco no aptas para cardiacas/os ni gente con demasiados complejos físicos.

Lo que podrían haber sido entrañables imágenes de una feliz estampa familiar del ex-futbolista del Real Madrid en la piscina junto a dos de sus hijos, Brooklyn y Romeo, y a una maternal Victoria, llegan cargadas de impacto visual a gran escala.

Parece que si alguien aún hoy dudaba de la condición de Adonis de David Beckham va a tener que replantearse sus argumentos en contra.