La sala segunda de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) ha condenado a 17 años y medio de prisión a un hombre que asesinó a su hermano al golpearlo con un taburete y apuñalarlo con saña hasta en cinco ocasiones en agosto de 2012 en Alicante.

De esta forma, el Alto Tribunal ha desestimado el recurso de casación que interpuso el agresor al ser condenado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

Los hechos se produjeron en el transcurso de una discusión familiar cuando la víctima, que estaba en su habitación, fue atacada por su hermano con un taburete con tal fuerza que se rompió. El agresor, al comprobar que su hermano todavía se movía, buscó un cuchillo jamonero con el que volvió a atacarle. En un primer momento recibió tres puñaladas. No obstante, al romperse el cuchillo, el condenado buscó dos más, de mayores dimensiones, y se los clavó, uno en el cuello y el otro en la zona auditiva.

Por ello, fue condenado a 17 años y medio de prisión, primero por un jurado en la Audiencia de Alicante y en recurso por el TSJCV. Así, el hombre presentó un recurso ante el TS, que ahora también ha sido desestimado.

El TS afirma que el uso de un "objeto contundente" y el de hasta tres cuchillos para causar la muerte provocaron "sufrimiento innecesario" en su hermano. Así, considera adecuado estimar el caso como asesinato y aceptar el agravante de ensañamiento. Además, puntualiza que la secuencia de los hechos duraron media hora "durante la cual los vecinos oyeron peticiones de auxilio".

"Desde luego hubo saña en la ejecución, y esa especial intensidad de la acción, por su duración y reiteración, revela una tipicidad subjetiva relevante en la realización del suceso con un lujo de detalles que caracteriza a la agravación de ensañamiento, desde luego innecesarios para asegurar la muerte, sino reveladores de la intensidad buscada para causar un mal innecesario y añadido a la muerte", puntualizan los magistrados.

A cerca del ensañamiento, matiza el TS que "no sólo es el número de puñaladas, sino que para su configuración ha de expresarse en el hecho que el autor pretende causar un dolor innecesario al hecho de la muerte" y que suponga la aplicación de una "conducta dirigida a matar a una persona se realice con un 'lujo de males', lo que comporta una selección de medios y una dinámica de actuación dirigida a procurar ese padecimiento innecesario".

Y zanja: "desde el punto de vista objetivo, el hecho probado es claro en la expresión de una causación de la muerte teñida de especial gravedad, reiteración y duración con una combinación del golpes y cuchilladas que revela una gravedad inusitada. La introducción del cuchillo por el conducto auditivo es revelador de la saña".