El 22% de los vizcaínos sufre riesgo de pobreza, que afecta, sobre todo, a los hogares de mujeres e inmigrantes

Laespada dice que, aunque la crisis la ha agudizado, hay una situación "estructural" que hay que combatir con empleo e inclusión
De Miguel, Laespada y Seco
De Miguel, Laespada y Seco
EUROPA PRESS
De Miguel, Laespada y Seco

El 22% de la población vizcaína, cerca de 250.000 personas, se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social, una situación que afecta en mayor medida a mujeres, inmigrantes y personas con baja cualificación, según los datos hechos públicos por la Diputación de Bizkaia, que ha advertido de que se trata de "una realidad estructural" que la crisis ha agudizado y no va a "desaparecer sin más porque se supere". Por ello, ha apostado por "redoblar" las políticas que combinen creación de empleo e inclusión social.

La diputada vizcaína de Empleo, Inclusión Social e Igualdad, Teresa Laespada, la secretaria técnica del Observatorio Foral de la Pobreza y Exclusión Social, Estíbaliz De Miguel, y el director foral de Inclusión Social, Óscar Seco, han presentado este viernes el primer informe del Observatorio, con motivo de la conmemoración este sábado del Día Mundial para la erradicación de la Pobreza.

En función de los datos del Observatorio vizcaíno, elaborados a partir de las estadísticas de la Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales del Gobierno vasco y correspondientes a 2012, cerca de 250.000 personas residentes en Bizkaia se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social, lo que supone el 22,1% de la población vizcaína.

Esta tasa ha crecido un punto y medio en comparación con 2008, si bien es inferior a la media de la UE de los 27 (24,7% en 2012) y a la media española (27,2%). Sin embargo, supera la media de Euskadi (22,1%) y es el territorio vasco con una tasa más elevada.

Según las cifras del Observatorio, cerca de 325.000 personas tienen dificultades para hacer frente a gastos, 109.000 "pasan frío", 44.000 tienen incapacidad para afrontar un gasto previsto de 800 euros, 40.500 sufren incapacidad para costearse una comida proteínica tres veces por semana y 230.000 no pueden permitirse salir de vacaciones una semana al año.

Asimismo, el informe subraya la incidencia en las situaciones de pobreza y desigualdad de factores como el sexo, la nacionalidad, la edad y el nivel de instrucción. De este modo, la tasa Arope de pobreza y exclusión social (un indicador que mide los hogares con bajos ingresos, privación material severa o baja intensidad laboral) es en Bizkaia del 21% para los hombres y del 23,1% para las mujeres.

De la misma manera, esta tasa es del 19,1% para las personas con nacionalidad española, mientras que afecta al 50,8% de los residentes con nacionalidad de otros países de la UE y al 68% de la población de otros países de fuera de la Unión Europea.

En el caso de la edad, la incidencia de las situaciones de pobreza o riesgo de exclusión es mayor entre los mayores de 65 años (del 25,5%) y en el colectivo de 15 a 24 años (29,9%). Además, la tasa para las personas sin estudios casi cuadriplica la de personas con estudios superiores (28,5% y 7,6%, respectivamente).

Según el estudio, el 16,9% de la población vizcaína tiene un bajo nivel de ingresos, un 9,87% han estado en situación de paro o de baja intensidad laboral y el 6,1% vive en hogares con falta de varios equipamientos considerados básicos.

Este documento "preliminar" del Observatorio, creado el pasado mes de enero, será completado a finales de año de manera "más exhaustiva", sumando a los datos estadísticos "entrevistas y grupos de discusión con personas y entidades clave" en el ámbito de la Intervención Social, ha indicado la responsable del Observatorio.

Empeora la situación

De Miguel ha explicado que los últimos datos de la Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales del Gobierno vasco 2014 permiten apuntar que "las situaciones de pobreza en Bizkaia han seguido aumentando". "Todo indica que la situación ha empeorado", ha lamentado.

Las responsables forales han advertido de que "la realidad de pobreza y exclusión social es un fenómeno estructural que está presente entre nosotros ya antes del estallido de la burbuja financiera en 2008" y lo que ha ocurrido, desde entonces, es que "algunas personas han visto su situación agravada" y, además, "se ha ensanchado la realidad de pobreza y exclusión social y personas que pensaban que nunca se verían en esta situación han llegado a ella".

"No van a desaparecer porque la crisis se supere sin más", ha manifestado Laespada, que ha advertido de que, sin "intervenciones políticas, se perpetuarán en el tiempo las desigualdades sociales".

"desafío complejo"

A pesar de que "el desafío es complejo", ha subrayado que no es "imposible" y, en este sentido, ha expresado el compromiso de la Diputación para hacerle frente. "Son los primeros datos, sabemos que hay que elaborar medidores afinados y ajustados al territorio", ha advertido la diputada, que ha apostado por poner en marcha las políticas en esta materia de manera coordinada y trasversal.

En este contexto, ha propuesto realizar políticas de ciclo completo en el acompañamiento a la inserción laboral de los desempleado poniendo el foco en la población juvenil y en los desempleados de larga duración, incluyendo también a personas en riesgo o situación de exclusión social.

También ha apostado por una "estrategia innovadora" en materia de "sinhogarismo" que supere "la filosofía de los albergues", reforzar mecanismos de intervención social "redoblando esfuerzos" en políticas educativas y cambios de valores, y políticas de inclusión social "para todas las personas, hayan nacido donde hayan nacido".

Finalmente, ha recordado que, además, "hay personas que están llamando a las puertas de Europa", en relación a los refugiados e inmigrantes, así como a las víctimas de trata de personas.

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