Cifuentes: "Vamos a auditar las empresas públicas y no voy a tapar nada bajo las alfombras"

  • La presidenta de la Comunidad de Madrid está dispuesta a investigar la gestión de sus antecesores: "Si me encuentro cualquier cosa no lo voy a ocultar".
  • Confía en que ningún consejero o diputado resultará implicado en la trama de Púnica, pero si así fuera "lo cesaría de manera fulminante".
  • Con Manuela Carmena tiene una "relación personal muy buena, pero políticamente a veces es complicada".
  • Cifuentes no descarta que Ciudadanos le retire su apoyo si pacta con el PSOE tras las generales: "Todas las posibilidades están sobre la mesa. Todas".
  • "Nuestra marca lleva a sus espaldas la sombra de la corrupción".
Cristina Cifuentes durante una entrevista para 20minutos.
Cristina Cifuentes durante una entrevista para 20minutos.
JORGE PARÍS
Cristina Cifuentes durante una entrevista para 20minutos.

Cristina Cifuentes llegó a la Presidencia de la Comunidad de Madrid en junio con el apoyo de Ciudadanos. En algo más de tres meses, le ha dado tiempo a iniciar el proceso de disolución del Consejo Consultivo, a revisar el proyecto de la Ciudad de la Justicia y a pagar facturas pendientes, entre otras medidas. Por otro lado, la lucha contra la corrupción es uno de los elementos principales de su discurso. Por el momento, no desvela si tiene intención de optar la Presidencia del PP de Madrid: "Cuando lleguemos a ese río cruzaremos ese puente o no".

Lleva 100 días de presidenta. ¿Ya ha hecho un balance de la herencia recibida, de lo que se encontró?

No, no tiene sentido. Me he encontrado cosas mejores, cosas peores, pero yo no puedo perder ni un solo minuto en ese balance. Tengo que mirar hacia adelante, gestionar, solucionar los problemas de los madrileños, gestionar con lo que hay.

¿Y qué es lo mejor y lo peor que se ha encontrado?

Lo mejor, quizá, el sistema educativo, que en Madrid es uno de los mejores. En los últimos años prácticamente se abrió un colegio a la semana. Casi la mitad de nuestros colegios son bilingües, y un tercio de los institutos. Y, sobre todo, en Madrid se garantiza la libertad de elegir el tipo de educación que queremos y la libertad de elegir colegio. Aquí puedes elegir el colegio que está cerca del trabajo, de casa de los abuelos, eso quizá es de las mejores cosas que me he encontrado.

¿Y lo peor?

Hay muchas cosas por pagar, muchas sentencias, algunas vienen de antiguo incluso, de expropiaciones que se hicieron por parte de gobiernos anteriores. Hay unas cuantas deudas importantes con las universidades que hay que pagar.

¿Tiene ya un volumen global de deudas por pagar? No me refiero a sentencias, sino a facturas de proveedores que estaban en los cajones.

Facturas había por pagar no porque estuvieran en los cajones, sino por nuestra situación presupuestaria. Ha habido y hay tensiones de tesorería que estaban provocando que algunas facturas sobre todo del Sermas, del Servicio Madrileño de Salud, se estuvieran pagando con una demora de entre 6 y 9 meses y eso es mucho tiempo para pagar a un pequeño proveedor. Por eso nosotros nos hemos acogido al Fondo de Facilidad Financiera. Ya se ha pagado a más de 2.000 proveedores y más de 100.000 facturas…

¿Estaba bien gestionada la Comunidad? Del cero al diez, si le tenemos que poner una nota en gestión a sus antecesores, ¿qué les pone?

Yo no soy quién para poner nota. La nota la ponen los ciudadanos cuando van a votar.

Pero los ciudadanos no conocen lo que usted conoce.

Yo tampoco lo conozco todo, llevo tres meses y estoy empezando a conocerlo.

¿Si su inmediato antecesor fuera de otro partido sí le pondría una nota?

Yo creo que no, tampoco lo pondría y menos aún cuando solo han pasado tres meses. Conocer las tripas de una administración es algo que lleva mucho tiempo. Yo lo que sí puedo hacer, como ciudadana y como política, es un balance global de lo que han significado los gobiernos sucesivos del Partido Popular. El de Alberto Ruiz-Gallardón, el de Esperanza Aguirre, el de Ignacio González. Creo que hicieron muchas cosas buenas y sobre todo hicieron una transformación realmente importante de la Comunidad. Pasó de ser una comunidad que prácticamente no estaba en el mapa a ser una comunidad que contaba con las mejores infraestructuras públicas, metros, transportes públicos, hospitales públicos, colegios públicos. Una comunidad que está a la cabeza de España en muchísimas cosas.

¿Los tres que ha citado tienen los mismos méritos?

No todos estuvieron el mismo tiempo. Alberto Ruiz-Gallardón estuvo dos legislaturas completas, Esperanza Aguirre un poco menos, Ignacio González dos años o tres. Y además las circunstancias en las cuales unos y otros tuvieron que gobernar fueron muy diferentes. A Ignacio González le tocó gobernar en mitad de una crisis económica terrible. Gallardón gobernó en un momento en que había bonanza económica y posibilidad de realizar muchas inversiones. No quiero recrearme en ver cómo lo hicieron otros.

¿Están haciendo alguna auditoría de alguna empresa pública regional?

Vamos a hacerlas. Vamos a hacer auditorías prácticamente en todas las empresas públicas para saber efectivamente qué es lo que hay y además vamos a hacer una auditoría de gestión de los últimos ocho años, porque es uno de los compromisos del acuerdo de investidura con Ciudadanos.

¿Y está tranquila de que no se va a encontrar ahí nada censurable?

Yo siempre estoy muy tranquila.

¿Y si se encuentra algo censurable, lo denunciaría?

Yo no voy a tapar nada bajo ninguna alfombra. Si yo me encuentro cualquier cosa no lo voy a ocultar, eso por descontado.

¿Por qué suspendió la adjudicación de la Ciudad de la Justicia?

La suspendimos en primer lugar porque había un procedimiento previo que afectaba a los mismos terrenos y con un proyecto parecido y un objeto similar, que era el denominado proyecto Campus de la Justicia. Un proyecto que puso en marcha siendo consejero Alfredo Prada en la Comunidad de Madrid y Esperanza Aguirre de presidenta. Ciudad de la Justicia es de Ignacio González. Campus de la Justicia fue de Esperanza. El objetivo era parecido: crear una gran Ciudad de la Justicia donde se pudieran agrupar todas las sedes judiciales, pero era un planteamiento diferente, porque ahí se querían hacer edificios singulares, con concursos internacionales por arquitectos de prestigio. En un momento dado, como consecuencia de la crisis ese proyecto del Campus de la Justicia se paralizó, se paró, y la empresa entró en proceso de liquidación. Sin embargo, esa empresa no está liquidada del todo y todavía existen algunos procedimientos judiciales que tienen que ver con Campus de la Justicia. Uno de estos procedimientos, en concreto el que afecta a la empresa Corsán, hay un procedimiento en el cual la Comunidad de Madrid se ve obligada a pagar unas indemnizaciones. Existe una discrepancia respecto a qué indemnizaciones se deben de pagar, en todo caso, hay una resolución del Tribunal Administrativo de Contratación Pública que determina claramente que no se puede adjudicar ningún proyecto en tanto en cuanto no se resuelva este procedimiento.

Anunció esa suspensión de la Ciudad de la Justicia el 9 de julio y se dio a sí misma un plazo de tres meses. Concluye en breve…

Yo soy muy partidaria de darme plazos para hacer las cosas. El proyecto Ciudad de la Justicia es un proyecto a varios años, supone hacer unas obras no solamente costosas, sino de amplio calado y, lógicamente, si vamos a tirar hacia adelante hay que decidirlo cuanto antes y si nos vamos a echar atrás también hay que decidirlo cuanto antes.

¿Pero ya en su cabeza o en su intención se inclina más por 'sí' o por 'no'?

Yo comparto la necesidad, que es una necesidad que nos han trasladado de manera unánime jueces, abogados, procuradores… de que hay que tomar algún tipo de decisión por varios motivos. Primero, porque ahora mismo la situación de los inmuebles judiciales es lamentable y muchas veces están desarrollando su trabajo en unas condiciones muy malas. Y además, para el ciudadano madrileño y para los propios profesionales de la judicatura es tremendamente engorroso y costoso, porque hay una dispersión absoluta de sedes judiciales. Lo que hay que ver es si este es el proyecto, si ese proyecto responde verdaderamente a todas las necesidades del mundo de la justicia. Si el proyecto siguiera hacia adelante, yo creo que habría que revisarlo en cualquier caso.

¿A la baja, en sus dimensiones y en su presupuesto?

No solamente por un tema de dinero, sino sobre todo hay que ver si verdaderamente es el proyecto que va a resolver el problema de la justicia para los próximos cien años. Yo no quiero tener que tomar una decisión respecto a un tema que va a hipotecar tanto a la Comunidad de Madrid durante tantos años si no tengo el apoyo de otros grupos políticos.

¿Se atreve a darse un plazo de cuándo puede haber una decisión definitiva? ¿Antes de Navidad?

A mí no me gusta marear la perdiz y por tanto, entiendo que tiene que estar decidido antes de Navidad.

¿Está segura de que nadie de su Gobierno, ni en su grupo en la Asamblea, va a resultar salpicado en la investigación de Púnica?

Yo no puedo saberlo ni puedo estar segura. A mí me gustaría que nadie estuviera salpicado ni en Púnica ni en ninguna otra cosa, pero yo no lo puedo saber. Primero, porque yo el sumario no lo conozco, ni conozco tampoco una parte que está todavía bajo secreto de sumario. Yo lo que sí tengo es una gran confianza en todos los miembros de mi Gobierno, mantengo la misma confianza que desde el primer momento. Pero también tengo claro que si en algún momento cualquier miembro del Gobierno o del grupo parlamentario resultara imputado como consecuencia de este asunto o de cualquier otro, si es un miembro del Gobierno yo lo cesaría de manera fulminante. Y si es un diputado, le pediría que renunciara a su escaño.

¿No pone la mano en el fuego por nadie?

Es que lo de poner la mano en el fuego es una expresión tan primitiva, bueno, en realidad es medieval y tiene mucho que ver con la Inquisición y con el juicio de Dios y me parece una expresión un tanto ridícula. Yo confío, yo confío en mi Gobierno, confío mucho además, creo que son todas personas honestas, personas honradas. Para mí, si eso ocurriera sería una sorpresa sumamente desagradable y sería un disgusto. Creo que son personas honestas y son personas trabajadoras.

¿Sería una decepción?

Sí, sí, claro, pero yo estoy segura de que eso no va a ocurrir.

Va a eliminar el Consejo Consultivo, donde se les da una especie de renta vitalicia a los expresidentes. ¿Le han protestado mucho los cuatro expresidentes?

Algo han protestado en mayor o menor medida, no todos igual.

¿Quién en mayor medida?

Esas cosas no se cuentan.

¿Y los expresidentes dónde acabarán?

La figura de los expresidentes en la mayoría de las comunidades autónomas tienen algún tipo de reconocimiento, sobre todo porque son personas que tienen una experiencia y una trayectoria y un poder aportar que sin duda pueden hacerlo.

O sea, que tendrán los expresidentes un reconocimiento…

El reconocimiento se puede realizar de muchas maneras. Desde darles el tratamiento de Ilustrísimos, Excelentísimos, por poner un ejemplo, hasta darles la medalla de oro de la Comunidad, hasta darles la posibilidad de poder tener una percepción económica, sobre todo siempre que no reciban paralelamente otro tipo de retribución, porque hay un régimen de incompatibilidades muy severo. Para que se haga idea: un concejal del Ayuntamiento de Madrid deja de ser concejal y está recibiendo durante los mismos años que fue concejal el paro, cobran paro.

¿Y un expresidente no?

Un expresidente no solamente se queda en la calle, sino que además tiene un régimen de incompatibilidades terrible, que le permite no poder trabajar en muchísimas áreas, pero dicho esto, no hay nada decidido. Lo único que hay decidido, porque lo he decidido yo así, es que lo que ocurra con los expresidentes no voy a decidirlo yo en solitario, ni mucho menos. Estamos hablando con los tres grupos políticos porque queremos llegar a un acuerdo entre los tres. Esa decisión yo sola no la voy a tomar.

¿Y si no hay acuerdo, no lo toma?

No, si no hay acuerdo yo no voy a tomar esa decisión, sabiendo que me va a afectar a mí también, lógicamente en el futuro y precisamente por eso.

Mencionaba el Ayuntamiento de Madrid. ¿Cómo es su relación con la alcaldesa, Manuela Carmena?

Personalmente muy buena, es una mujer muy cordial y muy amable.

¿Y políticamente?

Políticamente, intentamos que sea cordial, pero a veces es complicada. El Ayuntamiento de Madrid está gobernado por un partido que tiene una ideología completamente diferente de la que yo represento. Ellos son un partido al que llamamos Ahora Podemos, porque la señora alcaldesa dice que ella no es de Podemos, que no lo es, pero la mayoría de sus concejales sí que lo son.

No se llaman Ahora Podemos, se llaman Ahora Madrid.

Para mí son Ahora Podemos, porque son un grupo donde evidentemente la voz cantante la está tomando Podemos. La relación política es una relación desde la cordialidad más absoluta, pero donde hay motivos de discrepancia de manera permanente.

¿Y cómo es su relación personal y política con la jefa de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid?

Pues buena. Yo me dedico a lo que me dedico, que es a gobernar en la Comunidad de Madrid, y ella se dedica a lo que se dedica que es a hacer la oposición en el Ayuntamiento de Madrid. El Ayuntamiento de Madrid es importantísimo, pero es uno más de los 179 municipios que hay en la Comunidad de Madrid.

¿Ve a Esperanza Aguirre de candidata en al Ayuntamiento de Madrid en 2019?

Eso tendrá que decirlo ella. Yo no lo sé, a mí no me gusta hacer futuribles, y cada vez menos.

¿Y la ve de candidata a la Presidencia del Partido Popular en Madrid, cuando toque?

No me gusta hacer futuribles. Lo único que sé, porque lo ha dicho ella, es que ella no se va a presentar, pero porque lo ha dicho ella.

¿Y usted se va a presentar?

No lo sé, sinceramente. Queda mucho tiempo para eso, ya veremos. A mí ahora lo único que me preocupa y mucho es mi trabajo al frente del Gobierno de la Comunidad de Madrid y estoy absolutamente inmersa en ese trabajo y no quiero pensar, ya veremos. Ya sé que es una frase que yo reitero, pero cuando lleguemos a ese río cruzaremos ese puente o no. Es algo que todavía ni he pensado, ni lo voy a pensar porque no toca.

¿Se fía de su socio [Ciudadanos, el partido que la apoyó en la investidura]?

Sí, claro, ¿por qué no me voy a fiar?

¿Han tenido algunos desencuentros recientes?

No, no. Yo no tengo desencuentros. Lo único que he manifestado es una extrañeza de que habiendo recibido el apoyo de Ciudadanos para gobernar, en un acuerdo de investidura que estoy cumpliendo de manera religiosa, sin embargo, en el día a día en la Asamblea de Madrid lo que hay es un bloque de oposición, formado por Partido Socialista, Podemos y Ciudadanos, que votan sistemáticamente en todo juntos. En todo. Yo entiendo perfectamente que unas veces se está de acuerdo con unas cosas, otras con otras, pero cuando es en el cien por cien de los casos...

¿Y ya se lo ha dicho, que esto no le parece demasiado leal?

Bueno, no. Ojo es que yo no hablo de la palabra leal yo no la pongo.

¿Incomodidad, sorpresa?

Tampoco. Ni incomodidad ni deslealtad. Sí, me produce cierta sorpresa, porque es sorprendente. Sale el señor Albert Rivera, diciendo, es que yo he dicho que estoy incómoda. Yo no estoy incómoda en absoluto con mi pacto con Ciudadanos, es un pacto que se está cumpliendo, yo lo estoy cumpliendo. Por hacer la autocrítica también, vamos a extremar el diálogo y la pedagogía para intentar buscar esos puntos de encuentro con el resto de los grupos políticos. Estoy segura que vamos a llegar a un acuerdo y vamos a poder aprobar una Ley de Presupuestos para el año 2016.

Imagine que después de las elecciones generales hay un pacto de Gobierno entre PSOE y Ciudadanos y en la negociación entra el Gobierno de la Comunidad de Madrid…

No me gusta hacer futuribles, creo que todas las posibilidades están sobre la mesa. Todas.

¿Incluida esa?

Yo sí creo que lo que ocurre en la Comunidad de Madrid puede depender de lo que pase en las elecciones generales en un sentido o en otro. Pero qué sentido tendría que yo me pusiera a hacer futuribles. Lo que no voy a hacer es pensando en que pueda ocurrir una cosa u otra, actuar de una manera u otra. Yo estoy donde estoy, soy la presidenta de  la Comunidad de Madrid. Tengo un mandato. No sé cuánto tiempo va a durar. Voy a intentar que sea una legislatura entera.

¿Pero no le sorprendería que no acabara la legislatura?

Yo no estoy haciendo una planificación de legislatura, yo estoy gobernando. No estoy dejando para mañana lo que puedo hacer hoy. He llevado a cabo, en menos de cien días, 80 medidas de las 300 del programa electoral. Quiero marcar unos plazos, ir tomando medidas, ir avanzando y resolviendo los problemas. No voy a dedicar tiempo a pensar en hipótesis.

Podría preguntar a sus socios si eso entra en su estrategia a medio plazo.

Sería muy ingenuo por mi parte que yo preguntara eso.

¿Por qué no le van a contestar?

Y sería muy ingenuo por su parte si ellos me contestaran esa pregunta.

Por eso le decía antes que si se fiaba de Ciudadanos.

Me fío completamente. Yo me he comprometido, he dado mi palabra con un acuerdo de investidura, que son 76 puntos que voy a cumplir. Más allá de eso, si hay algún tipo de movimiento, es algo que tendrán que explicar ellos.

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