La sencillez de Consuegra en el arte le transporta al riesgo

En el arte, aseguran, está todo inventado, y ya no se puede seguir explorando: figuración, abstracción, informalismo... Todo puede acabar etiquetado, porque de trata se trata, aseguran.
Hombres y mujeres se abrazan en una atmósfera sin barreras ni etiquetas, sin nombres, pero cobrando vida.
Hombres y mujeres se abrazan en una atmósfera sin barreras ni etiquetas, sin nombres, pero cobrando vida.
F. González
Hombres y mujeres se abrazan en una atmósfera sin barreras ni etiquetas, sin nombres, pero cobrando vida.
Por eso sorprenden obras como la de María Zambrana en el Centro 14 o, en este caso, la colección de Esculturas y tapices del artista alicantino José Enrique Consuegra (1947), hasta el día 27 de este mes en la Casa de Cultura de Mutxamel. Se trata de obras donde la figura humana, reducida, por ejemplo, a figurilla de barro, se desnuda física y psíquicamente sobre decorados de madera, tela o cañizo que, a modo de lienzo, encuadran la vida.

Y hay en todo ello un enfoque no exento de ironía, más divertida que amarga, más cercana, y por tanto vital, que trascendente.

José Enrique Consuegra demuestra, pues, que, en este siglo de másters del universo, en estos mundos donde a la naturaleza se la quiere reducir en el espacio de un DVD, todavía existen reinos por explorar, y que para hacer de Stanley no hace falta parapetarse tras oropeles.

* Casa de Cultura de Mutxamel, c/ Ramón y Cajal, s/n, De lunes a sábado, de 9 a 14 h. y de 17 a 21 h. Gratis.

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