La nueva plaza de Galicia saldrá de un concurso de ideas; sin embargo, su diseño deberá cumplir dos requisitos: tendrá más zonas peatonales y un tráfico fluido. El Ayuntamiento ha decidido reformar la zona –eje de unión entre el casco histórico y el Ensanche– porque, pese a la situación privilegiada de la plaza de Galicia, no es funcional ni para los transeúntes ni para los conductores. Así, la zona verde que existe en la actualidad apenas es utilizada por los ciudadanos compostelanos y las paradas de autobús provocan grandes aglomeraciones de gente en las horas centrales del día y perjudican el tráfico. El nuevo diseño se conocerá antes del próximo invierno.