«Entras en un frío registro de China y, de repente, te conviertes en madre». Así recuerda María José Martínez, Paché, cómo conoció a su hija Paula Lu. Aterrizó con ella en Málaga hace dos meses y dejó atrás dos años de espera. El papeleo, las pruebas psicológicas, el viaje a China... Una aventura que es parte de la historia de la niña. Paula Lu (Lu significa alegría en chino) nació el 17 de junio de 2006, pero para Paché y su marido, Francisco Soler, Tito, era un sueño desde el 24 de octubre de 2004, cuando solicitaron la adopción.

Hasta el 6 de marzo de 2006 no les dijeron que tenían una niña de diez meses, como cuentan en www.pache.es. El viaje hasta Hefei (China) para recogerla estuvo cargado de nervios y miedo. «Llenas la maleta de cosas para alguien que no sabes cómo es», apunta. De golpe, estaban cuidando de una niña que les identificó como sus padres. «Al día siguiente de tenerla, fuimos a su orfanato y Paula no quiso que la cogiera la directora, se aferró a mí», recuerda Paché. Pero  fue duro. «Paula Lu era muy seria, aprendió a reírse aquí», rememora. «Dicen que la niña tuvo mucha suerte, pero la suerte la tuvimos nosotros», subraya.