Pamplona vivió el domingo un peligroso y en ocasiones angustioso segundo encierro de las fiestas de San Fermín, que se saldó con al menos un corneado y múltiples heridos, dijeron los organizadores.

Los seis toros de la ganadería de Miura llegaron a los corrales de la Plaza de Toros Monumental en tres minutos y medio tras una emocionante carrera por las abarrotadas calles de la capital navarra.

Nueve atendidos

El protagonista de la mañana fue un toro que se descolgó del resto de sus compañeros y provocó situaciones de mucho peligro en la bajada al callejón de la Plaza de Toros, embistiendo a varios mozos, como se conoce a los corredores del encierro, y a un pastor.

Nueve de los mozos debieron ser atendidos en hospitales, uno de ellos, un valenciano de 24 años, se encuentra grave tras ser intervenido quirúrgicamente por un puntazo en el muslo.

El resto, seis españoles, un francés y un senegalés, sufrieron múltiples contusiones y al menos dos de ellos también están graves.

Amplia seguridad

Todos los tramos del recorrido están vigilados por un amplio dispositivo de seguridad y atención médica, pero el aumento de la concurrencia ha hecho los encierros más peligrosos.

Quince personas han muerto y más de 200 han resultado gravemente heridas en las fiestas desde principios de siglo.