Mientras los pasillos que podrían terminar con el horror que estamos presenciando no se plantean siquiera construir (de lo contrario va el asunto), ya hay quienes han buscado y encontrado una manera de recaudar fondos para ayudar a cuantos más mejor de todos esos cientos de miles de personas que están obligados a desplazarse.

El mundo de la música se moviliza, o al menos, una parte de él, y pone en valor su poder como 'arma' (en el mejor sentido, en el único que debería existir) para lograr realidades y no sólo remover conciencias, realidades materiales, que son las que hacen falta ahora, porque mañana será tarde.

La sociedad musical da una lección, que no busca adoctrinamiento sino resultados inmediatos, y ha organizado dos minifestivales (aunque el 'mini' no sea lo más adecuado, son más bien 'maxis' las intenciones y las iniciativas) en Madrid. Música en directo para recaudar fondos para las asociaciones de ayuda internacional.

Por una parte Marcela San Martín, programadora de la Sala El Sol, ha conseguido en tiempo récord montar para los días 29 y 30 de septiembre (20.30 h) el festival bautizado sin metáfora: Mi Música Tu Refugio.  En él actuarán 51 grados, El Twanguero, Toundra, Carmen Boza, Paco Neuman, Kitai, Marlango, Helena Goch y muchos otros músicos a un precio más que asequible: 12 euros en Ticketea, 15 euros en taquilla. Hay opciones para quienes no puedan ir pero quieran participar con algún donativo, ya que cuenta con una fila cero en la que ingresar ese granito de arena (también a través de Ticketea).

Marcela, que ya lleva tres festivales solidarios a sus espaldas, explica cómo empezó este: "La impotencia de ver que nuestros gobernantes son incapaces de ponerse de acuerdo con las cuotas para acoger a los miles de refugiados que huyen de sus países, mientras éstos mueren o son tratados como apestados. Hay imágenes que no deberían repetirse jamás. Había que actuar rápidamente".

Una de las artistas presentes en el festival, Ana Curra (Alaska y los Pegamoides, Parálisis Permanente) , añade: "Esto surge cuando el éxodo masivo de sirios empieza a atravesar el Mare Nostrum dejándose la vida y huyendo de un país azotado por una guerra injusta en la que los intereses de siempre, entre la que nos encontramos occidente, el FMI, la Onu y el nuevo orden mundial que van imponiendo paso a paso, unos dirigiendo con la batuta y otros siguiendo su compás como es el caso de España. Es cuando ves de cerca el dolor del pueblo cuando el pueblo empatiza, siempre el pueblo es el que se moviliza y ofrece lo que está en sus manos".

En ese sentido se mueve también Musicauciados: Música para cambiar las cosas, cita que tampoco se ha ido muy lejos para el bautismo (y que se celebrará 29, 30 de septiembre y 1 de octubre) y que efectivamente habla de lo que se busca: el cambio rápido y posible, porque si se quiere, hay algo, o mucho que se puede. No hacen falta tantas horas de conversaciones y fotos para llegar a algún puerto. Este festival reunirá, en el Fotomatón Bar (entradas desde 10 euros y fila cero en Entradium), a artistas como Maydiremay, Pancho Varona, Varry Brava, Jaime Rayo, Inra o María Villalón.

Acnur, Accem, Cear y Cruz Roja serán algunas de las entidades especializadas en Asilo que se verán beneficiadas de la recaudación de estos actos.

"Hay gente con capacidad de iniciativa que no espera a que las clases dirigentes dejen de hacer cuentas y que se pone manos a la obra ante situaciones tan dramáticas como esta", dice a 20minutos, Josele Santiago (Enemigos), que también formará parte de los artistas de Mi Música Tu Refugio.

"Me avergüenza decir que no me cuento entre ellos, pero me llena de alegría participar y nunca estaré lo suficientemente agradecido a la gente de El Sol por darme la oportunidad de aportar mi granito de arena", añade con humildad. Palabras con las que muchos deberían identificarse y por qué no, es una manera de cambiar las cosas, empezar a reconocer cierta vergüenza por no haber tenido ideas como la de Marcela San Martín.

Pero el respeto está tan presente que si ha habido alguna negativa por parte de algun artista no serán quienes sí participan los que señalen. Incluso hay disculpas: "Bueno, cada uno tiene sus prioridades y deben ser respetadas aunque no las compartas", dice Josele, que también deja claro que tolerar las opciones no supone que haya que comulgar con ellas. "La mayoría de los políticos están viviendo en otra realidad que no es la de la calle. Será extraño ver a alguno", concluye Marcela.

Donde el respeto casi se pierde, y seguramente porque se lo han ganado, es en el punto que inevitablemente hay que tocar, la política, o más concretamente: los políticos y su manera de hacer o no hacer. "Preferiría que no perdieran más tiempo y se pusieran a trabajar en serio de una puta vez", sentencia Josele para quien la solución es la que parece más clara y sin embargo más complicada por no decir imposible: "Un pasillo seguro a través de las fronteras europeas".

Ana Curra es tajante: "Yo entiendo que haya personas que por su circunstancia personal no puedan hacerlo, pero la negación a tender la ayuda a personas exiliadas de una guerra que no les queda más remedio que huir por supervivencia es negarte a ti mismo como especie y condenar tu propia evolución como individuo". Sin la más mínima sombra de hipocresía, deja su sentencia Curra: "A los responsables de este juego obsceno que se den un tiro y se quiten de en medio ellos solos, aunque no voy a ser hipócrita, yo desearía dárselo pero no me quiero manchar con su sangre".

Ante la pregunta sobre lo que de verdad querrían que entendiera la sociedad, la artista lo tienen claro: "Que lo que en realidad tenemos es miedo. Que tenemos que vencerlo y querernos todos sin distinción. Que mañana será irremediablemente tarde". Asociada queda esa anestesia que desafortunadamente tanto nos une: "El móvil, la televisión, el ordenador, los ansiolíticos, las vitaminas, los antidepresivos, la moda, las redes sociales, el gimnasio, el fútbol, la hipoteca, el coche…, la raza humana nunca había basado su existencia en tantas chorradas juntas. Lo que estamos es gilipollas perdidos".