Al menos 717 personas han muerto este jueves y al menos 863 resultaron heridas en una avalancha de peregrinos en las afueras de la ciudad saudí de La Meca, donde tres millones de personas participan en el rito musulmán de la peregrinación, informa la Defensa Civil saudí.

Las autoridades explican que sus equipos están separando las aglomeraciones de personas y dirigiéndolos por caminos alternativos, y que unas 4.000 personas están participando en la operación de rescate con más de 200 ambulancias y otros vehículos.

La localidad de Mina, el lugar donde se ha producido la avalancha, se encuentra a escasos 5 kilómetros de La Meca.

La estampida ocurrió durante un ritual conocido como "lapidación del demonio", en el que cientos de peregrinos lanzan piedras a una roca que simboliza las tentaciones del diablo. Los peregrinos habían regresado desde la cercana zona de Muzdalifa donde pasaron la noche y recogieron los guijarros que lanzan a los pilares de Satanás. Las causas de la tragedia fueron el aumento en el flujo de peregrinos y la entrada repentina de un gran número de ellos hacia la zona.

Este incidente se ha registrado poco después de otro, el 11 de septiembre, cuando la caída de una grúa acabara con la vida de más de 107 fieles en la Gran Mezquita de La Meca, donde finalizan los ritos de la peregrinación.

Los musulmanes celebran este jueves en todo el mundo su pascua o Aid al Ahda, que coincide con el tercer día de la peregrinación en La Meca. Los musulmanes tienen el mandato de acudir al menos una vez en la vida a su ciudad santa, y muchos invierten los ahorros de toda una vida en el viaje. La peregrinación a La Meca es uno de los cinco pilares del islam, junto a la "shahada" (profesión de fe), la limosna, la oración y el ayuno en el mes de Ramadán.