En el verano de 1816 Lord Byron, el doctor Polidori y el matrimonio Shelley se reúnen en un castillo y organizan una competición para ver quién escribe la mejor historia de miedo.     Pero estos afamados  escritores no están por casualidad en el castillo, sino que han acudido por la llamada del Conde Drácula. Y es que, tras siglos de inmortalidad, el conde más famoso de la historia descubre que la eternidad no es lo que esperaba. Ansioso por irse de vacaciones y enterado de que en Londres los vampiros andan a plena luz del día y se hacen llamar empresarios, telegrafía al Times y convoca un concurso literario: Yo a Londres y tú a Transilvania. El ganador se queda con su magnífico castillo. Al llegar al recinto, los cuatro protagonistas descubren que su anfitrión no está. Sólo hay una nota que les insta a que vayan cenando....

¿Conseguirá el conde su objetivo y convertirá en vampiros a sus cuatro invitados, olvidando así su soledad? La respuesta está en Vampiros. La siniestra belleza,  una obra teatral que lleva a escena hoy la compañía sevillana Digo Digo Teatro.

Según su director, José Luis García-Pérez,  la obra es «una comedia gamberra», que toma mitos literarios «para, desde el terror, el humor y el entretenimiento, hacer reflexionar al público sobre la sociedad actual».

De esta forma, la compañía aborda, sin perder el humor, el tema de ser distinto a los demás. «La mayor diferencia la encarna un monstruo como el vampiro. Pero ¿qué es lo que marca la diferencia entre la variedad y la uniformidad que nos imponen?», se pregunta el director de la obra teatral.

Exito en taquilla

En Sevilla tuvieron que repetir funciones tras el éxito cosechado entre el público y la crítica de octubre a diciembre de 2006. Las funciones agotaron todas las localidades y, a petición de los espectadores, se volvió a reponer el pasado mes de enero.

* Sala Reina Victoria:  Palma del Río.  20.00 horas. 5 euros.