Desaparecen miles de abejas en Gata de Gorgos

  • Unos vándalos arrasan un colmenar y tiran 5.000 kilos de miel
  • El propietario dice que las pérdidas son de unos 15.000 euros
  • Todo apunta a una disputa por una herencia
Miles de abejas han muerto o desaparecido y unos 5.000 kilos de miel han sido
derramados por el monte en un acto vandálico ocurrido en
un colmenar de Gata de Gorgos que el cuidador y nieto del propietario, Adrián Femenía, atribuye a "una disputa por una herencia".

Los hechos ocurrieron el pasado fin de semana en un colmenar ubicado en unos terrenos cercanos a las urbanizaciones de "Gata Residencial" y "Monte Pedreguer", entre Gata de Gorgos y Pedreguer.

Según relató, Femenía fue alertado de lo ocurrido el pasado martes y tras acudir al lugar, comprobó que alguien había tirado al suelo las 120 cajas de enjambres de abejas que posee el colmenar, así como los 14 bidones en los que se acumulaba la miel procedente de la cosecha de esta temporada.

Como consecuencia, centenares de abejas murieron o desaparecieron y tan solo se pudieron salvar las que había en una decena de cajas, mientras que las pérdidas de miel ascendieron a 5.000 kilos aproximadamente.

"Independientemente de este daño, lo más importante es que se ha matado a las abejas y con ello la continuidad del colmenar de cara a la campaña del próximo año", apuntó Femenía, quien cifró en 15.000 euros las pérdidas económicas de esta temporada.

El apicultor teme que las abejas se acerquen a las viviendas cercanas y creen enjambres

Tras comprobar los hechos, el apicultor alertó a la Policía Local y al Seprona, preocupado porque las abejas asustadas fueran hacia las viviendas más próximas, situadas a un kilómetro aproximadamente, o crearan algún enjambre en los tejados de éstas.

Por ello, los agentes de ambos cuerpos de seguridad ordenaron el precinto del acceso a la zona que, según fuentes municipales, todavía se mantiene hoy, aunque en una extensión menor.

En opinión de Femenía, quien ha denunciado lo ocurrido ante la Guardia Civil, los hechos se deben a "un ajuste por una herencia familiar" tras el fallecimiento de su abuelo, que era el propietario de los terrenos, el pasado 22 de junio.

Según explicó, su abuelo no incluyó la propiedad en el testamento pero sin embargo se la había regalado a él "en vida y de palabra", ya que durante los últimos 15 años le había ayudado "en el mantenimiento del colmenar, el cuidado de las abejas y la recolección de miel".

Afirmó que uno de sus familiares no aceptó esta decisión y que ya el mismo día del entierro encontraron la puerta de la caseta donde realizan las labores apícolas "reventada".

El abuelo y primer propietario le cedió el colmenar al apicultor "en vida y de palabra"

Femenía consideró que lo ocurrido muestra "premeditación y alevosía" y que la intención era "hacer el mayor daño posible", ya que "destaparon los bidones llenos de miel antes de echarlos al monte para asegurarse de que se esparcía por completo", y "las cajas de las abejas estaban manipuladas para que no salieran todas inmediatamente".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento