Cirujano pide que le restituyan su puesto en la sanidad publica aragonesa

  • Fue absuelto de cuatro presuntos delitos por agresión sexual.
  • Hace más de tres años que fue apartado de su actividad profesional.

El cirujano Alfonso Millera, absuelto por la Audiencia de Teruel de cuatro presuntos delitos de abusos sexuales, pidió hoy su restitución en la sanidad pública aragonesa, de la que fue apartado hace más de tres años por la apertura de un expediente administrativo por esos casos.

Un día después de conocerse la sentencia absolutoria de la Audiencia Provincial de Teruel, el doctor Millera, que fue jefe del Servicio de Cirugía del Hospital Comarcal de Alcañiz, afirmó en rueda de prensa que siempre se ha considerado inocente y ha creído en la justicia y que, tras "un sin vivir" de tres años y medio por una "acusación infundada", se ha sabido la verdad.

La Audiencia absuelve a este médico de dos de los presuntos delitos de abusos sexuales cometidos entre 1991 y 2003, al realizar según la Fiscalía y las acusaciones particulares exploraciones anales y vaginales innecesarias, y considera prescritos los otros dos, de los que también le absuelve. El juicio se celebró del 18 al 21 de junio e inicialmente el fiscal pidió 25 años de prisión, que elevaron a 30 las acusaciones particulares.

La sentencia es "muy clara, expositiva, ejemplar y contundente" desde el punto de vista jurídico,

dicta la libre absolución de todos los cargos que se le imputaron y estima que las exploraciones realizadas fueron
correctas, señaló su abogado, Enrique Trebolle.

Por ello, Trebolle hizo un llamamiento para reivindicar el buen nombre y la profesionalidad de Millera, además de su puesto en la sanidad pública aragonesa que, dijo el letrado, no será automático porque el cirujano tiene interpuesto un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) para pedir esta restitución, al que ahora aportarán la sentencia.

Asimismo, el abogado anunció que estudian una reclamación patrimonial o las que sean oportunas, ya que esto "no puede quedar así".

"Se le ha separado del servicio y ha estado trabajando en la empresa privada", dijo, pero hace diez días le dijeron que no fuera a trabajar ante la aparición de declaraciones de las denunciantes en los medios de comunicación.

Es un hecho "muy triste y desgraciado" porque el juicio oral se celebró a puerta cerrada a petición de las denunciantes, para preservar su intimidad, pero al tercer día "no tuvieron ningún tipo de pega para salir en los medios y contar todo lo ocurrido dentro de la sala", denunció Trebolle.

Garantía de trabajo

El cirujano señaló que trabajo no le va a faltar, incluso mejor que el que tenía hasta ahora en la privada, pero como es un "defensor absoluto" de la sanidad pública le gustaría volver a trabajar en la misma, y agradeció el apoyo de su familia, amigos y sobre todo de grandes profesionales sanitarios aragoneses.

Millera afirmó que nunca había tenido dudas de que el resultado iba a ser el de inocente por el "convencimiento de que lo que hacía era lo que me habían enseñado mis maestros" y lo que había leído en los libros de Medicina.

Agregó que no tenía miedo a la justicia y que durante el juicio no estaba preocupado porque "para bien o para mal" se iba a acabar su "sin vivir", dijo que no cree en la maldad y que no le desea al peor de sus enemigos por lo que ha pasado y está pasando, y afirmó que por primera vez se ha podido defender con garantías en el juicio, en el que se ha podido escuchar a todas las partes.

En este sentido se refería al expediente administrativo abierto por la Diputación General de Aragón (DGA) que su abogado consideró "inquisitorial" ya que, dijo, Millera no tuvo oportunidad de defenderse ni de presentar pruebas.

Trebolle incidió en que la presunción de inocencia se puede convertir en "papel mojado" si como en este caso se minimizan las resoluciones provisionales y se toman como definitivas y añadió que las organizaciones administrativas

deberían ser más prudentes y no adelantarse a los tribunales.

Así, el abogado afirmó que la DGA se precipitó al separar del servicio a Millan y que la sentencia se refiere a la "subjetividad" del expediente del Servicio Aragonés de Salud (SALUD), parte, que recogía una veintena de presuntos casos de abuso sexual, aunque sólo cuatro fueron denunciados ante el tribunal.

La DGA ha sido "juez y parte" y abrió un expediente administrativo "sin garantías", agregó Trebolle, quien dijo que ahora y tras conocerse la sentencia espera que en una fecha prudente se recupere a este médico para la sanidad pública.

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