La doble y la triple fila toman las calles del centro

La falta de zonas de carga y descarga llena las arterias principales de Vigo de camiones de reparto mal aparcados. Rosalía y Travesía, las más afectadas.
Así es una mañana cualquiera en el centro de Vigo. Los pajarillos cantan, las nubes se levantan... y la doble fila se apodera de determinadas calles pese a que se le ha intentado poner todo tipo de remedios. Incluido el multamóvil, que en estos días descansa en las dependencias policiales.Buena parte del problema lo crea la falta de zonas de carga y descarga en calles repletas de comercios y mercados, donde los transportistas aparcan sus camiones como pueden. Mientras, en los sitios que tienen habilitadas esas plazas, los turismos aprovechan para aparcar sin que los controladores de la ORA puedan hacer nada por evitarlo.

Así, el pasado viernes de nueve a diez de la mañana, 20 minutos contabilizó hasta 79 vehículos aparcados en doble fila en seis calles del centro de la ciudad: Gran Vía, Travesía de Vigo, Rosalía de Castro, Camelias, Venezuela y Ecuador. La mayoría, 55 de ellos, eran furgones y camiones de reparto que reducen los dos carriles de las calles a uno o ninguno, formando un considerable atasco.

La humanización del centro eliminó 1.211 plazas de aparcamiento en superficie y habilitó un número muy limitado de zonas para el tránsito de mercancías que, según la Asociación de Transportistas de Pontevedra, «son demasiado pequeñas».

Ellos también se quejan de que en calles como García Barbón no haya un espacio para dejar sus furgones y los trabajadores tengan que aparcar en Rosalía de Castro para llevar algún pedido.

Descargando bajo presión

Nueve camiones: Todos a las puertas del Día que hay en la parte de Gran Vía que baja a la praza de América. Aquí ni siquiera hay zona de carga y descarga. Pero no es sólo que se ocupe un carril: los repartidores corren peligro haciendo su trabajo por estar en medio del vial.

Plazas ocupadas: En Camelias, sin embargo, hay bastantes zonas de carga y descarga al inicio de cada manzana, lo que ocurre es que los vecinos y trabajadores de la zona aprovechan los huecos para aparcar sus coches. Los transportistas aquí también corren cierto peligro, como se ve en la foto.

En El Corte Inglés: En la calle Venezuela hay doble fila en ambos tramos: antes y después de cruzar Gran Vía. Pero quizá lo peor se dé en las proximidades a El Corte Inglés, donde la zona no está suficientemente preparada para el volumen de mercancías que recibe un centro así a diario.

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