El Hospital Infanta Elena implanta la pulsera transfusional para aumentar la seguridad de los pacientes

El Hospital Infanta Elena de Huelva ha implantado la pulsera transfusional para aumentar la seguridad de los pacientes ya que este distintivo permite tener identificado y en seguimiento todo el proceso de transfusión sanguínea.

El Hospital Infanta Elena de Huelva ha implantado la pulsera transfusional para aumentar la seguridad de los pacientes ya que este distintivo permite tener identificado y en seguimiento todo el proceso de transfusión sanguínea.

Así, con la implantación en este centro hospitalario se completa la cobertura de este programa en todos los centros sanitarios que conforman el Complejo Hospitalario Universitario de Huelva, con el objetivo de incrementar la seguridad del paciente evitando los posibles errores o eventos adversos, según ha informado la Junta en una nota de prensa.

El programa, que desarrolla el Centro de Transfusión Sanguínea de Huelva en colaboración con los hospitales, permite el seguimiento continuo de todo el proceso de transfusión sanguínea en el centro hospitalario, desde el momento en que es prescrita por el facultativo, bien en la planta de hospitalización, en las unidades de Urgencias y UCI, así como en el área de quirófano, hasta que el paciente ha recibido la transfusión, garantizando "la seguridad y la fiabilidad de la administración".

De este modo, mediante la pulsera identificativa y del protocolo transfusional se mantiene una trazabilidad completa que incluye la petición, la identificación del paciente, la recogida de la muestra de sangre previa, la determinación del grupo sanguíneo y la realización de las pruebas de compatibilidad, así como la selección de la bolsa y la administración del componente sanguíneo correcto.

La transfusión sanguínea es una actividad muy frecuente en un centro hospitalario. Sólo durante el año pasado se llevaron a cabo en el Hospital Infanta Elena más de 3.200 transfusiones, que han permitido mejorar la salud y en muchos casos salvar la vida de los pacientes que las reciben.

Para la implantación de este programa se ha llevado a cabo una formación específica con los enfermeros del área hospitalaria, así como con los técnicos especialistas de laboratorio del área transfusional que prestan servicio en el Hospital Infanta Elena, con el fin de que todo el personal que interviene conociera "perfectamente" los protocolos de actuación, favoreciendo así el cumplimiento íntegro de las indicaciones recogidas en el sistema de verificación.

De esta forma, cuando el médico ha indicado la necesidad de una transfusión y ha determinado el componente que el paciente necesita, se inicia el proceso con la colocación de una pulsera identificativa en la muñeca del paciente en la que se han consignados los datos del mismo, como el nombre y los apellidos, así como la fecha de extracción de la muestra. Dichos datos aparecen tanto en letra legible en el soporte de la pulsera como a través de un código de barras, facilitando la trazabilidad.

Banco de sangre

El código de barras y los datos de identificación del paciente, se insertan también en la solicitud de la prescripción del facultativo, junto con la firma del enfermero responsable, que se envía al banco de sangre que el centro de transfusión tiene habilitado en cada centro hospitalario, además de la muestra de sangre extraída al paciente y que acompaña a la petición, con el fin de iniciar las pruebas de compatibilidad pretransfusional, que incluyen la determinación del grupo sanguíneo, el estudio de anticuerpos y las pruebas cruzadas.

Una vez finalizado el estudio, se selecciona el componente sanguíneo adecuado y se remite a la unidad del hospital que lo ha solicitado para su administración. Todo el proceso se registra también en el programa informático de transfusión, incrementándose así los niveles de seguridad del paciente.

Antes de comenzar la transfusión, la enfermera responsable identificará de forma inequívoca al receptor y confirmará que el nombre y el código de la pulsera de seguridad coinciden con los que figuran en la hoja de control y en las etiquetas que figuran en la bolsa.

El paciente mantendrá colocada la pulsera durante todo el tiempo en el que se encuentre a la espera de la transfusión y durante la administración de la misma y no le será retirada hasta que no se complete el proceso, teniendo como plazo máximo 72 horas. En caso de requerir posteriormente una nueva transfusión indicada por su médico, se le colocará una nueva pulsera identificativa.

En definitiva, la implantación de este programa en el Infanta Elena permite completar la cobertura en todo el complejo hospitalario, teniendo en cuenta que en los hospitales Juan Ramón Jiménez y Vázquez Díaz ya se encuentra en pleno funcionamiento.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento