La Policía Municipal de Pamplona está realizando una campaña en el inicio del curso universitario para prevenir novatadas que atenten contra la dignidad de las personas o bienes materiales.

Esta campaña comenzó el pasado 1 de septiembre y está previsto que se mantenga operativa a lo largo de las dos primeras semanas de curso o hasta que se compruebe que han dejado de detectarse este tipo de comportamientos.

Se centra en evitar tanto acciones que atenten contra la dignidad de las personas como en las que puedan causar daños materiales en bienes públicos y privados, según ha explicado el Ayuntamiento pamplonés en un comunicado.

Las zonas de Pamplona en las que se está reforzando la vigilancia son aquellas donde tradicionalmente se detectan este tipo de actuaciones: el barrio de Mendebaldea, la avenida Pío XII, el parque Yamaguchi, la avenida Bayona y los campus de las dos universidades.

Además, desde Policía Municipal se está incidiendo en la importancia de concienciar a los jóvenes de la necesidad de denunciar cualquier práctica o comportamiento que, disfrazado de novatada o broma, atente contra la dignidad de las personas. Asimismo, de lo conveniente que es que los ciudadanos avisen si ven este tipo de prácticas.

Esta campaña se encuadra en el acuerdo del equipo de gobierno que impulsa la "resolución alternativa de los conflictos sociales: una nueva forma de civismo en el que la mediación se instaure como cauce de resolución de conflictos".

Dos tipos de prácticas y su tratamiento

Los dos tipos de prácticas que se han detectado en las novatadas afectan a la dignidad de las personas y a las propiedades. Respecto a los tratamientos vejatorios, la Policía Municipal advierte sobre la diferencia entre broma y novatada, fijando el límite en la "imposición a una persona, valiéndose de una posición de fuerza o privilegio, de un comportamiento que vaya en contra de su voluntad".

En estos casos se entiende que existe un atentado contra la dignidad de las personas, aunque sólo se puede actuar en el caso de que haya una denuncia de por medio o que la actividad provoque daños evidentes.

En cuanto a los efectos sobre las propiedades, los agentes persiguen de oficio las actuaciones que causen daños sobre los bienes, ya sean de titularidad pública o privada.