Un equipo de expertos en arqueología, historia y geología investiga en Segovia la existencia de un valle con una importante ocupación de neandertales, fundamental para el estudio de esta especie humana en la Península Ibérica.

Los trabajos se desarrollan en un paraje próximo al santuario de la Fuencisla, junto al río Eresma. En 2012 se hallaron los primeros restos de aspecto paleolítico vinculados a la producción de herramientas de piedra y al año siguiente se puso en marcha el estudio del yacimiento 'Abrigo del Molino', que permitió constatar la existencia de habitantes neandertales en la capital hace 60.000 años. Hasta entonces, se pensaba que las primeras ocupaciones en Segovia databan del Calcolítico, 4.500 años atrás.

Este verano, hasta el 12 de septiembre, se desarrollará la tercera campaña de excavaciones en ese mismo yacimiento, enclavado en la ladera baja del cañón excavado por el Eresma en las lastras del piedemonte calcáreo de Guadarrama. Se complementarán además con otras en el valle del arroyo Tejadilla y en la vecina cueva de la Tarascona, situada al otro lado del río y conocida por su utilización en la Prehistoria reciente, para confirmar la existencia de más ocupación en los alrededores.

De hecho, según ha explicado este jueves uno de los miembros del equipo científico, el doctor en Prehistoria David Álvarez, ya se han empezado a documentar áreas cercanas que están dejando constancia de que el 'Abrigo del Molino' no es un yacimiento aislado, sino que existen indicios de la existencia de un valle con importante presencia de neandertales.

En declaraciones recogidas por Europa Press, Álvarez ha explicado que las indagaciones permiten conocer a día de hoy que el 'Abrigo del Molino' estuvo ocupado en tres fases diferentes y que allí permanecieron los últimos hombres de Neandertal que habitaron Europa.

La relevancia de los descubrimientos ha posibilitado que este enclave se consolide como uno de los más importantes para el estudio de la especie en la Península, según ha asegurado este experto, quien ha subrayado asimismo la relevancia que estos hallazgos arqueológicos suponen para una ciudad como Segovia, declarada Patrimonio de la Humanidad, puesto que su riqueza patrimonial se extiende más allá del área urbana.

El 'Abrigo del Molino' no es solo uno de los escasos yacimientos de sus características y cronología en el centro peninsular, sino que también se sitúa en un contexto geológico y geográfico que confirma la existencia de un corredor norte-sur, poniéndolo en relación con los hallazgos de los yacimientos de Pinilla del Valle, al otro lado de la Sierra de Guadarrama, así como con la existencia de un importante 'área refugio' en el Sistema Central durante el Paleolítico Medio.

Hasta la fecha, en el lugar se han localizado restos de animales como caballos, lince, conejo y grandes bóvidos, así como de industria lítica o herramientas fabricadas en piedra — sílex, jaspe o cuarzo—, que fueron depositados en el Museo de Segovia y sometidos a estudio, escaneo y análisis físicos y químicos, según ha explicado el geólogo Andrés Díez. Lejos de ser elementos espectaculares, se trata de vestigios que evidencian actividades cotidianas de un grupo humano que era principalmente cazador y recolector.

David Álvarez ha puntualizado que el objetivo no se centra en la búsqueda de restos humanos, pues desde el punto de vista científico es más valiosa la información que esconden piedras y sedimentos. Precisamente, la técnica de trabajo de talla utilizada y el estudio cronológico de los niveles permitieron datar el yacimiento en las últimas fases del Paleolítico Medio Peninsular y concluir que el 'Abrigo del Molino' tuvo ocupación neandertal.

El delegado territorial de la Junta en Segovia, Javier López-Escobar, quien este jueves ha visitado las excavaciones junto a la jefa del Servicio Territorial de Cultura, Ruth Llorente, y varios integrantes del equipo investigador, ha señalado que el yacimiento guarda gran interés para la universidad y el conocimiento de la especie humana, y no elementos decorativos reconocibles y que se puedan llevar a casa y subastar, aunque ha garantizado que la Junta está haciendo todo lo posible para protegerlo de quienes acudan con intención de esquilmarlo.

El equipo investigador

Junto con David Álvarez, el equipo investigador está formado por los historiadores María de Andrés y Julio Antonio Rojo y el geólogo Andrés Díez, que cuentan con la colaboración de otros profesionales encargados de hacer los correspondientes análisis de sedimentos y de polen o esporas, identificación botánica y conservación de carbones y maderas, el estudio de la fauna o los ensayos de datación absoluta.

Entre otros, se han implicado especialistas de la Universidad de Colonia (Alemania) y el Centro de Evolución y Comportamientos Humanos del Instituto de Salud Carlos III de Madrid.

En esta tercera campaña del proyecto, denominado 'Primeros pobladores de Segovia', colaboran sobre el terreno estudiantes, licenciados y doctorandos de universidades como las de Oviedo, Salamanca y País Vasco, la Complutense de Madrid o la Nacional de Educación a Distancia (UNED). Se trata, según ha apuntado Aitor Hevia, uno de los arqueólogos colaboradores, de un equipo principalmente segoviano.

Los resultados de las investigaciones se han presentado hasta la fecha en congresos a nivel nacional, así como internacional, en países como Alemania. Al final de cada campaña se organiza una jornada de puertas abiertas para que ciudadanos y visitantes puedan conocer el yacimiento, lo que también está previsto en esta ocasión.

David Álvarez ha destacado que el trabajo de investigación, respaldado desde el principio por la Junta de Castilla y León, no sería posible sin el apoyo institucional, el entusiasmo de numerosos voluntarios y la colaboración de expertos de universidades españolas y centros de investigación extranjeros.