El Síndic de Greuges ha abierto una investigación para aclarar las "versiones contradictorias" sobre las circunstancias de la muerte de un mantero de Salou (Tarragona), que este martes falleció al caer desde el balcón de su casa cuando huía de una redada de los Mossos d'Esquadra contra el top manta.

En un comunicado, el Síndic ha anunciado que, en el marco de esta investigación, que ha abierto de oficio, se ha puesto en contacto con la dirección general de la policía catalana para aclarar las circunstancias de la muerte de Mor Sylla, de 50 años y origen senegalés, cuando huía de los agentes de los Mossos d'Esquadra.

El conseller de Interior, Jordi Jané, ha asegurado este miércoles que los Mossos d'Esquadra no tuvieron ningún tipo de contacto físico con el mantero y que así lo acreditan dos testigos directos, ajenos a los Mossos y a la red investigada, que contemplaron el incidente desde una cafetería de la plaza de Sant Jordi de Salou.

El objetivo del Síndic de Greuges, según Rafael Ribó, es aclarar con su investigación las "versiones contradictorias" sobre este suceso, ya que los familiares de la víctima, que han llevado el caso a los juzgados, rechazan la versión policial y responsabilizan a los mossos de lo ocurrido.

Un hermano de la víctima ha asegurado a los periodistas que los Mossos d'Esquadra apoyaron contra la pared al resto de detenidos que estaban en la vivienda y que a su hermano lo pusieron contra el balcón. "Es lógico que, si te apoyan contra el balcón, vayas al suelo", ha agregado.

Ribó también ha pedido información a los Mossos sobre la actuación policial en los alborotos posteriores, en los que hubo una detención y 24 heridos leves, así como sobre la decisión de cortar el servicio ferroviario -un grupo de senegaleses invadió las vías durante horas-, ya que considera que no fue la medida "más adecuada".

En su investigación, el Síndic también se propone analizar el alcance de la industria ilegal de los "top manta" en Cataluña y las medidas que se tendrían que adoptar para combatir esta problemática. Según Ribó, la administración tiene que dejar de "mirar hacia otro lado" y afrontar el "problema de fondo", que es la "producción y distribución" de estos productos ilegales, y no sólo la acción policial contra las personas que los comercializan en las calles