Los Mossos d'Esquadra han detenido al hombre que resultó herido de bala en el tiroteo ocurrido el martes en la calle Pintor Fortuny de Barcelona, muy cerca de La Rambla. Los han hecho porque contra él pesaba una orden europea de detención —emitida desde Holanda por motivos que todavía se desconocen— y el hecho de que se trate de un prófugo refuerza la teoría de la policía de que se trata de un ajuste de cuentas.

El conseller de Interior de la Generalitat, Jordi Jané, aseguró el miércoles que los Mossos d'Esquadra comprobaron que la identidad del herido no se correspondía con la que aparecía en el pasaporte belga que llevaba encima en el momento en que fue disparado y que resultó ser falso.

Los Mossos todavía siguen buscando al presunto autor de los disparos, un hombre de cabello moreno y joven que huyó del lugar tras apretar dos veces el gatillo, e investigan los motivos de esta agresión y creen que se trata de un ajuste de cuentas, aunque no saben todavía si es por asuntos de drogas o por otro tipo de actividad ilícita.

En cualquier caso, queda descartado por completo que se trate de terrorismo. "No estamos ante una actuación terrorista, ni de índole yihadista", aseguró el conseller, que pidió serenidad a la población y desmintió algunos rumores que apuntaban a que se podía tratar de terrorismo islámico al haber sucedido en una zona muy turística.

El herido, de 26 años, continúa en el Hospital Clínic de Barcelona donde, tras ingresar de urgencia, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. La otra víctima del tiroteo, que se hirió durante la huida, es de nacionalidad británica —como figuraba en su documentación— y ha sido dado de alta y ha podido prestar declaración ante los Mossos.