¿Por qué he suspendido?

Todos los estudiantes tienen derecho a reclamar a su profesor si no están conformes con su nota, aunque se puede recurrir incluso a instancias superiores.
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Un estudiante consulta sus notas de selectividad. Ha aprobado el examen, pero le faltan décimas para acceder a la carrera que quiere; se encuentra con sus planes rotos por menos de medio punto. Pero no está todo perdido.

Más del 80% de los alumnos que se han presentado estos días a la selectividad aprobarán, pero muchos de ellos no estarán felices con eso, pues su nota no les llega para entrar en la universidad que aspiraban, y algunos ejercerán su derecho a una revisión de la calificación.

Un examen no supone la última palabra. Ya sea de selectividad, los finales del instituto o de la universidad, siempre existe la posibilidad de reclamar. Un acto que puede tener mucha trascendencia y que se debe preparar.

Planea tu estrategia

Primer paso: He suspendido, ¿por qué? Todo el mundo puede revisar los exámenes o cualquier otra prueba de evaluación. Cada centro tiene sus propios criterios y cada profesor organizará las revisiones que afecten a sus exámenes. Lo primero es conocer las razones del profesor y exponer las nuestras. Si el problema no se resuelve, hay otras instancias a las que acudir y se puede llegar a la vía contencioso-administrativa.

Tus derechos: Los profesores deben convocar y garantizar el acto de revisión de los exámenes. También deben explicar los criterios de corrección de la prueba y razonar la calificación decidida. Los alumnos que lo soliciten tienen derecho a acceder a los exámenes corregidos, además de a exponer sus argumentos y a ser oídos sobre la adecuación de la nota a las exigencias de la evaluación y de la asignatura.

La reclamación: Habitualmente se acaba en el profesor, pero se puede acudir a instancias superiores. En un instituto se hace una reclamación formal en secretaría –que debe resolver el departamento correspondiente–. En selectividad se puede acceder a una doble corrección o a una reclamación. En la universidad habrá que remitirse al rectorado.

Cómo plantearlo

Formalidad: Exige lo que crees que te corresponde con respeto y educación. Conviene ser lo más formal posible.

Atención: Hay que saber escuchar los argumentos y las explicaciones del profesor.

Explicaciones: Argumenta bien la causa de tu reclamación.

Honestidad: Debes ser razonable en la nota que pides.

Sólo revisión: No es el momento de protestar por la forma de dar las clases durante todo el año.

Integridad: Evita las cuestiones personales. No sirve llorar.

Es tu examen: Compararse con otros tampoco procede.

Cara a cara

Presentación. Gª de la Fuente Profesora, 45 años.

"Les doy los exámenes en clase y les muestro lo que han hecho mal. No suele haber problemas. Recuerdo una vez con un chico al que pillaron copiando. Sólo le quedaba esa asignatura para terminar, pero su reclamación no se sostenía. Podía haber aprobado si hubiese sido honesto, si hubiese dicho que no sabía, que no entendía la Filosofía".

Fernando Ospina Covaleda. Estudiante, 23 años.

"Nunca he ido a revisión de la nota de un examen porque sé perfectamente cuando la he cagado. He suspendido bastante en los últimos años, pero entiendo que no había posibilidades. No me gusta pedir y tampoco quiero que me humillen. Si tuviese que reclamar por una nota, intentaría demostrar que tengo un examen para aprobar".

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