'El buitre' de Gil Scott-Heron sobrevuela Harlem en busca de los cadáveres que deja la droga

  • La novela 'El buitre', escrita por Gil Scott-Heron en 1969, ha sido recientemente traducida al español y publicada por la editorial Hoja de Lata.
  • La historia que este icono de la cultura negra escribió narra las circunstancias que envuelven a un asesinato en el neoyorquino barrio de Harlem.
  • El relato colectivo de los jóvenes que conocían a la víctima retrata a unos barrios emprobecidos en los que el tráfico de drogas campa a sus anchas.
Portada de la edición española de 'El buitre'
Portada de la edición española de 'El buitre'
HOJA DE LATA
Portada de la edición española de 'El buitre'

Las historias de barrio tienen más lustre en verano. El sol calienta el asfalto y el aire caliente se eleva expandiendo el olor de la basura que se esconde en los callejones más oscuros. La juventud, ociosa a causa de sus largas vacaciones escolares, pulula por las avenidas hasta altas horas y las madres, a gritos desde las ventanas, reclaman que sus hijos vuelvan al nido antes de que la calle se convierta en una jungla.

Este es el panorama que dibuja Gil Scott-Heron (GSH), icono de la cultura negra y padre involuntario de la música hip-hop, en su novela El buitre. Esta obra, que vio la luz en 1970, ha sido recientemente traducida al español y publicada por la editorial Hoja de Lata.

GSH falleció en 2011, pero aún es una figura fácilmente reconocible. Es mundialmente célebre por la canción The revolution will not be televised (La revolución no será televisada), en la que con voz grave recita un poema sobre una mezcla soul, funk y jazz en la que se encuentra el germen del rap.

Su vasto legado como músico y poeta ha conseguido, hasta ahora, eclipsar sus aventuras como novelista. Sin embargo, casi medio siglo después, el público de habla hispana tendrá la oportunidad de redimir al GSH escritor y acceder a su primera novela, una obra de referencia para la cultura negra.

Verdadera novela negra

La historia de El buitre transcurre en el barrio neoyorquino de Harlem. Al igual que otras destacadas obras de la cultura negra como Cuando el calor aprieta de Chester Himes o la película Haz lo que de debas de Spike Lee, una insoportable ola de calor asola la ciudad de Nueva York durante el desarrollo de la historia.

La trama gira en torno a un asesinato. El gueto negro de Chelsea amanece una mañana de julio con el cadáver de John Lee, un joven camello del barrio. Mientras la policía hace como que investiga, el autor aparta el foco del muerto para ofrecer, a través de los relatos de varios chicos le que conocían, una reconstrucción de los hechos que propiciaron el fatal desenlace de Lee.

Los testimonios componen una fotografía panorámica de los barrios negros y empobrecidos de finales de los sesenta. Colocan al lector ante un plano cenital en el que pueden ver lo que ocurre en cada esquina, en cada bloque y en cada portal. El asesinato, a pesar de tener una trama muy trabajada, es una mera excusa para obtener el relato colectivo de los chicos del barrio.

"Esta novela tiene los elementos policiacos justos para poner en marcha las cámaras [...] GSH no pretendía emular el género negro. Lo que sí pretendía era describir a los negros. Hacer, efectivamente, novela negra", mantiene Daniel Bernabé, encargado de prologar la edición española.

Un barrio en guerra

"La sangre bajaba como un rio en la novena avenida. Los niños pequeños del barrio salían para poner a navegar sus barquitos por el torrente de color escarlata", reza uno de los pasajes del libro. En el retrato del Harlem de finales de los 60 que GSH dibuja, ninguno de los vecinos puede escapar a la violencia.

Los traficantes rivalizan entre sí por imponerse en cada territorio y alcanzar el mayor número de clientes posibles. Mientras tanto, los activistas black power se interponen en el camino de los camellos porque consideran que la droga es contrarrevolucionaria y que contamina a las comunidades negras.

La disyuntiva de si es legítimo o no tomar las armas contra lo que hace daño al pueblo negro es una cuestión que recorre la novela en todo momento. No hay que olvidar que en la época en que se escribió el libro los asesinatos de Malcom X y Martin Luther King estaban muy recientes y que, como cuenta uno de los protagonistas: "Uno tras otro, los hombres que se levantaban por la liberación de los negros morían masacrados".

GSH utiliza los relatos de los activistas para impugnar la historia oficial de los Estados Unidos y presentar el empobrecimiento de los barrios negros como una forma de mantener vigente la esclavitud de una forma velada. Además, como en su famosa canción, carga de manera constante contra la televisión, a la que considera un medio de control de masas.

Un libro con banda sonora

La incursión en los barrios negros que El buitre propone no se limita a mostrar la violencia, la pobreza, la droga y la opresión. Gil Scott-Heron utiliza la música para poner color al gris asfalto de Nueva York a través de referencias constantes a James Brown, Aretha Franklin, Donald Byrd, Joe Bataan o Miles Davis entre otros.

Estos artistas desfilan por las páginas de la novela y ponen desde una música soul "donde las penas se las lleva la batería" hasta un jazz "como una escalera donde las notas corren arriba y abajo libres de palabras".

No sorprende que el joven de apenas 20 años que escribió esta novela acabase consagrando su vida a la música. El buitre es por sí sola una gran novela, pero puesta en el contexto del autor, supone un sobresaliente prefacio a una carrera musical que dejó más de 20 referencias discográficas en 40 años de trabajo.

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