Los estudios han detectado estos insectos y alertan  además que peligran también todos los retablos, artesonadosy altares.

Humedad en la cubierta

No es el único problema que padece la iglesia, cerrada al culto desde hace un año por el mal estado de sus cubiertas. En ellas existen filtraciones de agua, que están causando los daños, siendo la parte que se encuentra en peor estado. El alto grado de humedad que se concentra ahí provocó desprendimientos en parte de la nave derecha.

De las 166 piezas de madera que conforman la cubierta central, 50 están dañadas por termitas, carcoma, hongos y roturas. En la nave izquierda presentan daños importantes otras 11. Y en la derecha, la que está en peor estado, 38 de las 40 piezas están muy deterioradas.

El estudio se inició el pasado mes de febrero y concluyó en abril.

Rehabilitación integral

El informe asegura que la grave situación del templo condiciona las actuaciones en dos sentidos: urgencia y una restauración de mayor envergadura de la prevista. Además de los elementos de la cubierta, la iglesia necesita un tratamiento integral en la cimentación, muros, mobiliario, altares... Aconsejan la sustitución de la estructura de madera y, sobre todo, emplear un tratamiento mediante insecticidas que se aplique desde la cimentación hacia el techo.