El presidente de Recuerdo y Dignidad declara este jueves por el asesinato de diez civiles en Barcones (Soria)

El presidente de la asociación soriana Recuerdo y Dignidad, Iván Aparicio, declarará este jueves en el Juzgado de Instrucción número 1 de Almazán en la causa por el asesinato de diez civiles en Barcones en 1936.

El presidente de la asociación soriana Recuerdo y Dignidad, Iván Aparicio, declarará este jueves en el Juzgado de Instrucción número 1 de Almazán en la causa por el asesinato de diez civiles en Barcones en 1936.

La toma de la declaración al presidente de Recuerdo y Dignidad se hace a raíz de unas averiguaciones de esta entidad relativas a la autoría de los asesinatos, han informado a Europa Press fuentes de la Asociación.

Concretamente, se ha descubierto que "una de las personas implicadas en los crímenes", y cuyo nombre aparece en documentación oficial, "es un guardia civil, lo que deja las puertas abiertas a nuevas pistas" sobre las muertes de estas diez personas.

El 12 de julio de 2013, una semana antes de la apertura de la fosa de Barcones que albergaba los cuerpos de Mariano González Carracedo, Máximo Redondo García, Bernabé Esteban Benito, Cándido Muyo Arranz, Juan Pablo Rica Gutiérrez y Juan Ballano Pérez, la asociación Recuerdo y Dignidad entregó en el juzgado de Almazán la correspondiente denuncia, en la que solicitó la participación del juzgado en la exhumación y señaló "estos crímenes como susceptibles de ser declarados desapariciones forzadas".

Tras abrir el juzgado adnamantino las correspondientes diligencias, meses después se declaró el sobreseimiento, decisión que se apeló por parte de Recuerdo y Dignidad en noviembre de 2013 y en diciembre de ese año la Audiencia Provincial volvió a desestimar el recurso.

Posteriormente, el 17 de marzo de 2015, se reabrió en al juzgado de Almazán la causa y el 1 de julio declaró Filomena Ballano, hija de Juan Ballano, ante la juez.

La investigación

El 19 de julio de 2012 comenzaron los trabajos de exhumación llevados a cabo por la Fundación Aranzadi, dirigida por el médico especialista en Medicina Legal y Forense, Francisco Etxeberría Gabilondo, y que gracias a los trabajos de investigación de la asociación y al relato de un testigo, dieron con la localización de la fosa que albergaba a seis de ellos, aunque a día de hoy continúan los otros cuatro desaparecidos.

El 1 de noviembre del año pasado, coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, se entregaron a sus familias los cuerpos de los seis vecinos de San Esteban de Gormaz que se exhumaron en Barcones y que fueron identificados genéticamente.

Según se ha apostillado desde Recuerdo y Dignidad, Soria fue una provincia que en el alzamiento militar de 1936 cedió el poder a los militares sublevados contra el orden republicano y, pese a no ser frente de guerra ni haberse dado conflictos previos, se produjeron "más de medio millar de asesinatos" de civiles.

Las seis personas de la comarca de El Burgo de Osma, junto a Antonio Lafuente, fueron sacadas de la cárcel de dicha localidad por un grupo de guardias civiles y falangistas y llevadas hacia el sur de la provincia la tarde del 13 de agosto de 1936.

"En algún punto se unieron a otro camión procedente de la cárcel de Almazán en el que viajaban atados los otros tres cenetistas. Tras pasar la noche amarrados de dos en dos, fueron fusilados y enterrados en dos fosas cercanas. En la primera, enterraron a los cuatro vecinos de Soria, en la segunda a los de San Esteban. El motivo de la separación pudo ser que los segundos accedieron a confesarse ante dos sacerdotes que les ofrecieron auxilio espiritual, aunque las familias no acaban de creerse esta posibilidad", ha relatado la Asociación.

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